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ALEIDA ALARCÓN

aleidaad@outlook.com

@ALEIDAAD

 

Desde la creación del Estado, entendido como una comunidad social con una organización política, un territorio y órganos de gobierno propios los cuales son soberanos e independientes políticamente de otras comunidades, por ejemplo, el Estado Mexicano y el Estado Colombiano.

Partiendo desde este planteamiento y analizando el hacer del individuo, el ser humano que integra la sociedad que hace el estado desde su espíritu; se crea para tener una organización sana y que beneficie al colectivo, entonces el sistema de gobierno se ve obligado a ser un órgano que facilita esta organización proporcionando las ofertas a la demanda de necesidades del individuo mismo, como seguridad, servicios de salud, de atención básica (agua potable, luz eléctrica, red de transporte público, etc.) pero volvamos al inicio.

 

Todo es a partir de generar el bien colectivo, estamos perdiendo esta visión de trabajar y buscar el bien colectivo, debido a que la sociedad ha aumentado y crecido con desorden y estructura, sobre población en regiones donde el acceso a una vida digna no existe, hacinamientos en lugares de ciudades donde provocan un riesgo para quienes habitan el lugar fuera del beneficio que pueden causar, erosión del territorio urbanizado, rural y acuático por la falta de educación ambiental; un sinfín de factores que logra poner en la conciencia para el análisis individual.  Toda sociedad se organizó para formarse de manera sana en un estado, en todos sus niveles de gobierno, para una convivencia de paz y beneficio común.

 

No estamos en la lona, en estos tiempos los ciudadanos estamos siendo sumergidos en campañas visuales de personajes políticos que tienen la intención de participar en la jornada electoral a nivel federal, estatal y local del año entrante; es una gran oportunidad debido a que los ciudadanos, somos el pulso de los gobiernos, los que hemos de decidir quiénes van a representarnos y que los ciudadanos mismos logramos organizarnos para hacernos presentes en estas contiendas, como los académicos D. Dresser y E. Krauze que participan en foros para mostrar la intención de ese sector para aparecer en el mapa de propuestas y acciones concretas de lo que México necesita, los empresarios que tienen bajo revisión junto a la ciudadanía el desempeño del gobierno municipal de Culiacán, Sinaloa, entre otros más.

Pero retomemos la idea, nos organizamos y nos planeamos los individuos para crear estados con el fin de la convivencia sana, la repartición de las riquezas y el respeto al desarrollo comunal; todo ello pensado desde el beneficio colectivo; siendo sano que se elija de la comunidad a quien cuente con la capacidad de ser el gobernante, que significa que obedecerá lo que mandata el pueblo.

 

En ese orden de ideas, los ciudadanos también estamos aptos para organizarnos y hacer que nuestra convivencia sea sana y en respeto al desarrollo de la comunidad y pensaran: “¿y cómo lograrlo?” bueno cada uno tiene derechos y obligaciones que ejercer en este sistema de estado al que pertenecemos, seamos congruentes con el lugar de ciudadanos que nos corresponde, el vivir en la legalidad y hacerlo cultura empujara al propio sistema y evitaremos que se siga pensando la participación política en el servicio público como un camino de enriquecimiento a corto o mediano plazo, afectando precisamente el interés colectivo.  Siendo participes de una buena ciudadanía se lograrán esos cambios que tanto necesita el sistema burocrático.

Porque es comprobado en varias técnicas y filosofías de vida, quien piensa en el bien de los demás es beneficiado inmediatamente, es la razón de la creación del estado, el beneficio colectivo para una sociedad satisfecha.

  

 

Aleida Alarcón

Maestra en ciencia política y Feminista. Sembradora de conocimiento para inspirar a una ciudadanía honorable, libre con diálogos incluyentes. Consultora especialista en seguridad, creadora y administradora de organizaciones libres de violencia. Activista por la seguridad ciudadana y la promoción del conocimiento como herramienta empoderadora. Orgullosamente mexicana y ciudadana del mundo, con la historia nacional entre las venas y las letras. Saludando siempre con una FELIZ TAZA DE CAFÉ