Escrito por: Salvador López Santiago
@sls1103
El 21 de febrero de 2019 será recordado como un día histórico en el Senado de la República. Con 127 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones, fue aprobado el dictamen por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Guardia Nacional, institución con la que se busca recuperar la paz y la tranquilidad que hemos perdido en las últimas décadas -en verdad espero que así sea-, ¿quién podría desear lo contrario?
Este hecho por sí mismo ya forma parte de los capítulos más relevantes del Congreso de la Unión y quedará plasmado en la posteridad en la fotografía publicada al medio día en las redes sociales del coordinador del grupo mayoritario -Morena-, el Senador Ricardo Monreal Ávila. En la imagen se observa al Doctor Monreal con los coordinadores del PRI, PAN, PRD, MC, PVEM, PES y PT, más otras Senadoras y Senadores de la República, después de anunciar que producto de un debate intenso, se habían alcanzado los consensos necesarios para avanzar en un tema que parecía poco probable de concretar.
A reserva de que concluya su proceso legislativo, es justo reconocer lo realizado por todas las fuerzas políticas representadas en el Senado de la República. Por un lado, el Grupo Parlamentario de Morena tuvo la apertura para escuchar e incorporar las observaciones de víctimas, especialistas, organizaciones de la sociedad civil, organismos defensores de los derechos humanos, instituciones académicas y los demás partidos, particularmente las dirigidas a garantizar un mando civil y establecer una temporalidad de las Fuerzas Armadas en las calles; y por el otro lado, la madurez política de la oposición para tener altura miras, entendiendo que la seguridad pública es un tema de Estado y no de un gobierno.
Si bien es cierto que la iniciativa de Guardia Nacional (con la que se reforman 10 artículos constitucionales y contempla 7 artículos transitorios), todavía tiene que ser aprobada en la Cámara de Diputados -al ser devuelta con modificaciones- y por la mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México; y robustecida con su legislación reglamentaria, también lo es que lo ocurrido este 21 de febrero es un hecho mayúsculo en la vida parlamentaria de la República.
Sobre ello, vale la pena recuperar parte de lo expresado por los coordinadores de los Grupos Parlamentarios en el Senado. Miguel Ángel Osorio Chong del PRI, señaló que el día significó una victoria para la buena política, la que dialoga, escucha y que sabe construir a partir de los acuerdos entre quienes piensan distinto; Mauricio Kuri González del PAN, que se actuó con responsabilidad y que la Guardia es producto del acuerdo, para el acuerdo; Dante Delgado de MC, que todas las voces fueron escuchadas y los puntos de vista recogidos.
Raúl Bolaños del PVEM reconoció el trabajo y esfuerzo para llegar a los acuerdos alcanzados; Nancy de la Sierra del PT, dijo que se estaba a la altura de las necesidades de nuestro país, precisando que México demanda un plan de paz y seguridad; Miguel Ángel Mancera del PRD, comentó que se había logrado un instrumento jurídico muy importante y reconoció los acuerdos logrados por todos los Grupos Parlamentarios; y Sasil de León del PES, puntualizó que la Guardia Nacional es para que la seguridad de México mejore.
En la rueda de prensa previa a la sesión, Don Ricardo Monreal, fue enfático al decir que la Guardia Nacional será de carácter civil; y que la nueva institución busca prevenir y atacar el delito de todo el territorio mexicano y con ello garantizar la seguridad. Una vez que el dictamen fue aprobado en los términos establecidos -a partir de la construcción de acuerdos generados y consumados por el coordinador de Morena en la Cámara Alta-, ante el Pleno, el Senador expuso varios de los beneficios de las modificaciones e indicó que se trata de un tema trascendente en el que se actuó con sensibilidad y flexibilidad.
Insisto, en verdad espero que en unos años la Guardia Nacional haya demostrado ser la solución a la violencia e inseguridad que tanto daña a nuestro país; y bajo un mando civil auténtico -garante de los derechos humanos-, el orden público y la paz social sean una realidad cotidiana. Hoy, solo queda reconocer la unidad mostrada por todas las fracciones parlamentarias en un tema que interesa y preocupa a toda la sociedad mexicana.