El Senado ratifica el T-MEC
Editorial
@tempomxcom
Aunque el Congreso de la Unión se encuentra en periodo de receso, los últimos días han sido de arduo trabajo en la Cámara de Diputados y el Senado de la República. La dinámica del quehacer legislativo se aprecia en los foros celebrados en la Cámara Baja sobre la reforma del Estado y la nueva reforma electoral; la ratificación de representantes diplomáticos en la Comisión Permanente; la reunión de trabajo del Secretario de Relaciones Exteriores y la Secretaria de Economía con legisladores; o bien, con la discusión del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en la Cámara Alta, por mencionar algunas de las actividades más relevantes.
En este contexto, derivado de la convocatoria aprobada por la Comisión Permanente el pasado12 de junio, el martes 18 el Senado de la República comenzó con su segundo periodo extraordinario de sesiones del primer año de ejercicio. En el primer día, en sesión solemne se conmemoró el 80 aniversario del Exilio Español, considerado como una hazaña diplomática que enalteció a nuestro país. En el segundo de cuatro días previstos, la Asamblea aprobó temas en materia de teletrabajo, de turismo y por supuesto, el T-MEC.
Luego de semanas de incertidumbre, suspicacia y especulaciones, con 114 votos a favor; cuatro en contra y tres abstenciones quedó aprobado el decreto que contiene el Protocolo, por el que se sustituye el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por el Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá, hecho en Buenos Aires, el 30 de noviembre de 2018. De esta manera, México se anticipa a Estados Unidos y Canadá en la ratificación.
Recapitulemos cuatro hechos previos a la ratificación del Senado. 1. En mayo de 2019, Donald Trump amenazó que a partir del 10 de junio se impondría un arancel a las importaciones de México; 2. El Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Luis Ebrard representó a nuestro país en un proceso de negociación y el 7 de junio anunció que no habría tarifas por parte del gobierno estadounidense; 3. El 8 de junio, el presidente López Obrador encabezó un encuentro entre legisladores, gobernadores y diversos actores políticos para celebrar el acuerdo entre México y Estados Unidos; y 4. El 14 de junio, el Canciller y la Secretaria de Economía explicaron los detalles del acuerdo ante la Comisión Permanente.
A la ruta crítica en comento, se suma el proceso de dictaminación en las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores; Puntos Constitucionales; Economía y Relaciones Exteriores América del Norte del Senado de la República, que aprobó el instrumento internacional el 14 de junio, después del diálogo entre poderes que sostuvieron los secretarios de Estado y legisladores. El llamado T-MEC cuenta con 34 capítulos, entre los que destacan: agricultura, inversión, anticorrupción, propiedad intelectual, Pymes, telecomunicaciones y propiedad intelectual.
Por último, es oportuno recuperar algunas de las expresiones vertidas por senadoras y senadores, al momento de su ratificación. Alejandra Noemí Reynoso del PAN señaló: “consideramos que el T-MEC, aun cuando no es el ideal, sigue siendo un instrumento muy importante y bueno para el interés nacional de México y de los mexicanos, y por ello, votaremos a favor”. Gustavo Madero del PAN mencionó: “De muy poco servirá este tratado si los ímpetus electorales de los norteamericanos lo toman como rehén”.
Eruviel Ávila del PRI advirtió: “México tiene que seguir fortaleciendo la competitividad de nuestra gran industria exportadora, así como de la pequeña y mediana empresa”. Héctor Vasconcelos de Morena indicó: “es de destacar que el tratado garantiza la soberanía de México sobre los recursos energéticos y los hidrocarburos de nuestro subsuelo”.
Una vez que el T-MEC ha sido ratificado, son varias las interrogantes que surgen ¿son suficientes o no, los motivos de celebración?, ¿se traducirá en beneficios tangibles para toda la población?, ¿nos supeditamos al gobierno estadounidense o en verdad se logró establecer equilibrios?, ¿la #4T en verdad marcará un cambio?, en su caso ¿los cambios serán positivos o negativos? En fin, termina siendo lo que se alcanzó, más no lo deseable y necesario.