Argentina y su retorno a la izquierda, elección 2019
Por Itzel Ahuactzin
@itzeelam
El pasado 27 de octubre, Argentina celebró las elecciones presidenciales que marcaron el regresó del peronismo a la Casa Rosada, luego de que en 2015 dicho país sorprendió a la región al volver a la derecha con el triunfo de Macri, que en aquella ocasión obtuvo el 51,4% de los sufragios contra el 48,6% de Scioli.
El cambio de 2015 llegó con la promesa de lograr la estabilidad económica que se había perdido -principalmente durante los periodos de mandato de la familia Kirchner-. Mauricio Macri se comprometió a resolver la problemática, asegurándose que el país mantuviera presencia en diversos foros económicos, así como la creación de alianzas con otras naciones que presentaran su misma línea ideológica, principalmente.
El contexto de inestabilidad favoreció notablemente la popularidad de Macri, misma que se fue perdiendo al no cumplir con sus promesas de campaña. Aunado a lo anterior, la situación interna comenzaba a crecer de manera negativa y paulatinamente se hizo necesaria la ayuda internacional para evitar un problema mayor en la balanza de pagos. Con esta coyuntura, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó un préstamo que lejos de cumplir con su función primaria, impactó en la popularidad del exmandatario.
Es bien sabido que el FMI realiza sus préstamos a cambio de reformas en la estructura de los países que solicitan su ayuda, siempre en beneficio de la organización. Esto no fue una excepción para Argentina y los cambios solicitados dentro del acuerdo establecido fueron desaprobados por la población, porque hasta cierto punto estimó que el presidente cedió parte de la soberanía nacional al Fondo.
Estas fueron las causas principales por la cual la sociedad buscó regresar a lo conocido -si bien ha tenido fallas, los beneficios obtenidos han sido en su mayoría buenos-. Algunos ejemplos de esto son: la ampliación de derechos; mejoras en el empleo y en la cobertura social; la sociedad joven volvió a involucrarse en la política; y la consolidación de Argentina en la región.
Bajo esta tesitura, la gran pregunta es ¿qué representa en sí el regreso del peronismo en el contexto regional actual de América Latina? En principio es oportuno dejar claro que una de las bases principales de esta ideología es el rechazo a las políticas imperialistas y durante el mandato actual puede reflejarse un apoyo a estas prácticas, mostrando un grado de injerencia menor en asuntos internos de países en crisis; práctica que quizás sea eliminada.
En el análisis no podemos omitir que América Latina vive un periodo negativo, y, aunque la región es considerada como una zona de conflicto, a partir de los lazos históricos que unen a cada uno de los países que la conforman, se han realizado esfuerzos por mantener esos vínculos hasta la actualidad.
En la nueva realidad política de Argentina, dicho país tiene las condiciones para buscar consolidarse en la comunidad internacional, principalmente en América del Sur, pues en Brasil se refleja un debilitamiento institucional que se agrava y que perjudica su imagen ante el mundo, abriendo la puerta para que en este escenario la República busque definir sus intereses nacionales y al mismo tiempo defenderlos y cumplirlos.
A pesar de esto, es necesario no olvidar que la situación económica de Argentina no es del todo estable, por lo que el electo presidente Alberto Fernández, se encuentra en un contexto complicado que podría tener repercusiones en sus posibles planes para la nación y consecuencias negativas en la relación con los países del resto del mundo -recordando también que la política exterior es una extensión de la política interna-.
