Editorial
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El pasado fin de semana, en distintos medios de comunicación, se vio con mucho ánimo al senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la JUCOPO del Senado de la República y cómo no, sí el domingo 8 de diciembre, senadores de todas las fracciones parlamentarias se reunieron con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y la secretaria de Economía, Graciela Márquez, así como el subsecretario para América del Norte de la Cancillería, Jesús Seade. El objetivo fue informarles a los legisladores los avances en la negociación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Con la expectativa de lograr una negociación en beneficio de México, el martes 10 de diciembre, se firmó el Protocolo Modificatorio del T-MEC. En la firma del adendum celebrada en Palacio Nacional, estuvieron presentes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, así como funcionarios de los tres países firmantes, entre ellos Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá; Robert Lighthizer, representante de Comercio del Gobierno de los Estados Unidos de América; Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores; Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda y Crédito Público; Graciela Márquez Colín, secretaria de Economía; Luisa María Alcalde Luján, secretaria del Trabajo y Previsión Social; Jared Kushner, asesor senior del presidente de Estados Unidos de América; Jesús Seade Kuri, subsecretario para América del Norte; Alfonso Romo Garza, jefe de la Oficina de Presidencia; Ricardo Monreal Ávila, presidente de la JUCOPO de la Cámara de Senadores; y Steve Verheul, viceministro adjunto de Comercio Internacional de Canadá.
Entre los acuerdos alcanzados destacan los de mantener la frontera sin certificación unilateral en el tratado; que, en lugar de inspectores estadounidenses en materia laboral, se activen los paneles, bloqueados desde el TLCAN y se constituya un panel laboral basado en votación rápida; y sobre el posible bloqueo de exportaciones, se acordó que solo después de tres casos, la pena podía resultar en un bloqueo comercial. En cuanto a los medicamentos biológicos, se elimina las disposiciones que exigían un periodo de exclusividad de 10 años para los medicamentos biológicos.
En relación con el acero se negoció un periodo de transición de siete años para que el 70% del acero en autos sea fundido en la región; y sobre el aluminio se estableció posponer por diez años la discusión sobre la propuesta de que el 70% del aluminio en autos sea fundido en la región.
En materia de medio ambiente, Estados Unidos llegó a la determinación de recapitalizar el Banco de Desarrollo de América del Norte. Esto impulsará obras de infraestructura que beneficiarán al medio ambiente en el sur del país y en la frontera compartida con Estados Unidos de Norteamérica.
Una vez que ha sido firmado en adendum, tiene que ser ratificado por el poder legislativo en los tres países. En el caso de México, como una de sus facultades exclusivas, se tiene previsto que el Senado lo apruebe antes de que concluya el periodo ordinario de sesiones -12 de diciembre-. Hasta este momento, se ha convocado a reunión de trabajo en Comisiones para que el tema sea deliberado, hay dos posibilidades: que se apruebe en comisiones en el transcurso de la tarde-noche e inmediatamente sea pasado al pleno y aprobado; o bien, que se declaren en sesión permanente, se analice el tema, se apruebe y sea llevado a la Asamblea hasta mañana para ser aprobado.
Sea cual sea el cauce que tome el análisis del tema, lo primero a destacar es el ejercicio inédito de colaboración entre poderes -ejecutivo y legislativo- en el proceso de negociación, bajo los principios de transparencia y rendición de cuentas. Lo anterior, no exime de un seguimiento a los resultados que se puedan obtener a partir de los acuerdos alcanzados y de estar atentos a los efectos que se registren en nuestro país y las relaciones de cooperación con Estados Unidos y Canadá.