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Por Martín Briseño.

@MartinBriseno_

Después de las elecciones de 2018, nos dimos cuenta de que los milennial’s, son un grupo mayoritario dentro del mercado electoral. La gente nacida entre 1981 y 1999, son personas muy apegadas a las tendencias de las redes sociales, también les preocupa su futuro, son menos conservadores y más atrevidos en comparación con sus padres.

 

Los jóvenes milennial’s interactúan entre sí en las redes sociales. Los primeros años de éstas últimas fueron esenciales, ya que sentaron las bases de la comunicación digital. Facebook, Twitter y YouTube, son las principales plataformas de interacción, que con el paso del tiempo se han convertido en los medios preferidos, en este caso para los milennial’s.

 

El fenómeno de YouTube, en la construcción de “modelos ideales” para la sociedad, fue un antes y un después, porque el reconocimiento y la fama de Internet empezó en esa plataforma para después reforzarla en otras redes sociales.

 

¿Por qué se crearon estos modelos ideales? Muchas personas de esta generación empezaron a observar que el contenido que se creaba principalmente en YouTube era sobre temas de la vida cotidiana, sobre sus gustos, sus ideales, su forma de ver la vida, etcétera. El reconocimiento y el prestigio de dichos “modelos ideales” fue impresionante, la fama del Internet había llegado para quedarse. Con el tiempo, a los “modelos ideales” se les empezó a decir “influencers”.

 

Los milennial’s buscan a los “influencers”, porque, como anteriormente se mencionaba buscan personas con las cual identificarse, que reflejen sus gustos, sus ideas, su forma de vestir, su forma de hablar, de pensar, sus opiniones y muchas veces a lo que aspiran ser.

 

La mayoría de “influencers” refleja un estilo de vida muy exitoso, donde los viajes, los lujos y el reconocimiento es día tras día, y quien no quiere ese tipo de vida haciendo solo vídeos para diferentes redes sociales.

 

¿Hay una fórmula para el éxito milennial? Parafraseando el estudio Mexennials que realizó el Instituto que dirige José Ibinarriaga, y agregando algunas cosas, los milennial’s mexicanos quieren obtener éxito, pero no saben cómo lograrlo, no saben si siguiendo las modas la forma de pensar de su “influencer” favorito lo lograrán, aunque sepan que no tienen algunas cualidades indispensables para obtener el triunfo en la vida.

Desde mi punto de vista, los milennial’s mexicanos aspiran, intentan y quieren ser “influencers” en cualquier plataforma, ya que piensan que refleja poder, reconocimiento y fama. Otro término muy usado actualmente es “micro-influcencer“, el cual dota a las personas un reconocimiento mínimo dentro de una segmentación de mercado demasiado pequeña o escasa.

Pero, la fama de ser un “influencer” muy reconocido es un gran poder, ya que persuadir a los seguidores para que conviertan una toma de decisiones de manera racional, a manera emocional, no cualquiera tiene esa cualidad. Con el fin de tener aceptación por parte de los “influencers”, nos dejamos llevar por lo que dicen, lo que hacen y lo que piensan, de manera inconsciente nos manipulan y nos persuaden sin saberlo.

 

Haciendo política que influya. La manipulación y la persuasión dentro de la política son dos herramientas indispensables; pero ¿para qué?, para influir en el electorado, los políticos quieren utilizar estos dos instrumentos en sus discursos. Para los milennial’s, este recurso es obsoleto, monótono y aburrido, no conecta con esta generación, ellos buscan algo o alguien que vaya en contra de lo establecido, que interactúe con la gente dentro de su contexto digital, que sea alguien carismático y a veces bien parecido.

 

Es por eso, que muchas veces los milennial’s prefieren actores políticos con un estilo “influencer”, que escuche sus propuestas, sus necesidades, sus sentimientos hacia el gobierno o la política, que utilice las redes sociales como un puente real entre sociedad y política. Ese va a ser el futuro de las elecciones, los jóvenes milennial’s pasarán a ser adultos, y seguirán votando, las generaciones que vienen también, y de manera inconsciente hay que asociar una imagen “influencer” con un futuro político, es más estoy 100% seguro que algún “influencer” con un millonario número de seguidores, buscará un cargo político por todo lo que representa.

 

Construcción de un “Influencer” Político. Lo que a continuación se expondrá es pura teoría con base científica, pero se abordará de una manera muy general, “se muestra el pastel, no los pasos ni los ingredientes”. Lo primordial es fijar metas y objetivos alcanzables, a que aspira, conocer el terreno por cual se va a contender, esto determina el tiempo que se va a invertir para construcción de una imagen ideal en las redes sociales.

 

Posteriormente, identificar los diferentes tipos de mercados electoral en la zona y buscar en ellos, un punto de equilibrio para que se pueda simpatizar y se muestre una inclusión de todos los sectores. Segmentar este mercado en específico y agruparlo de acuerdo con preferencias, emociones y gustos, esto ultimo también ayuda en la construcción de la imagen ideal y tiene como propósito saber cómo interactúa la gente con cada una de las diferentes propuestas que se plantean.

 

Acaparar las principales redes sociales y utiliza las otras como herramientas de impulso para las primeras. Toda publicación que se realice se convierte inmediatamente en un mensaje oficial, no hay que dejarlo libre a interpretaciones y ser muy concreto, además de dejar los discursos monótonos para hablar con el corazón y los sentimientos; responder mensajes favorables y desfavorables, evitando lo aburrido y lo rutinario, apostando más a lo atrevido, a la creatividad y lo arriesgado.

 

Utilizar la propia publicidad de las redes sociales como un impulso extra, esto con el fin de promocionar el modelo ideal entrando en el subconsciente, que los milennial’s conozcan primero al humano y luego al político, convertir propuestas en sueños alcanzables; todo esto sin ser en el payaso o bufón de la política.

Como consejo personal, observa todo lo que se dice, todo lo que se hace, utiliza hashtag’s, crea playlist’s para tus seguidores, sube tus fotos en el gimnasio, muestra fortaleza física e intelectual, humaniza tus acciones en redes sociales, sin discursos tediosos sino con sentimientos y emociones. Se perseverante y constante, ten fe en las redes sociales porque mucho mercado electoral se encuentra ahí, no las utilices sólo en campaña sino siempre, has un hábito.

 

Para finalizar. La carrera electoral siempre empieza cuando la otra termina, no quieras ser “influcencer “, en un año o menos antes de las elecciones. Mucho de lo anterior lleva un método científico, pero un buen mago no muestra sus secretos. Todo esto hay que tomarlo mucho en cuenta porque son las tendencias que se marcan para los futuros comicios.

Martín Briseño

Martín Briseño cuenta con estudios en Ciencia Política y Administración Pública en la Universidad del Valle de Puebla (UVP) y Administración Pública en el Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública (IESAP) y es estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Cuenta con conocimientos de marketing y comunicación política. Actualmente se desempeña como monitorista de medios en SAFIE consultores, organización enfocada en Lobbying Legislativo, monitoreo de medios, consultoría política, comunicación y relaciones con medios. Expone que la comunicación y el marketing político son una pasión. Enfoca su labor en el público millennial y centennial, buscando construir un mercado electoral a mediano y largo plazo y de manera orgánica a través de una estrategia multidireccional, digital y, sobre todo, racionalmente-emocional.