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Por Salvador López Santiago

@sls1103

“El éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”.

–Winston Churchill. 

A consecuencia de la pandemia del COVID-19, una de las medidas implementadas por el gobierno de México es la Campaña #QuédateEnCasaYa. Estas horas de más que hemos pasado en nuestros hogares y los demás días que vienen, brindan la oportunidad de reflexionar sobre nosotros mismos y acerca del contexto que atraviesa el país. En mi caso, parte del tiempo que pasaba en el tráfico para ir a mi trabajo y regresar, lo he destinado a cosas que me llaman la atención pero que no siempre puedo hacer, entre ellas, ver con detenimiento entrevistas, conferencias o documentales de personajes del fútbol soccer.     

Al comenzar a revisar las anécdotas, referencias y opiniones sobre futbolistas, ex futbolistas, directores deportivos, directores técnicos o equipos, mi primer parámetro fue el éxito que tienen o llegaron a tener, el detalle es que lo hice desde un enfoque limitado y hasta cierto punto, impreciso, pues comencé desde la falsa premisa de que el éxito solo se actualiza cuando se gana una final, se obtiene una medalla o se termina como líder general (hablando en términos futbolísticos). Aunque esos supuestos evidentemente representan historias de éxito, como pasa en la vida, en el fútbol, existen historias de éxito sin llegar a la cima, como sucede con los equipos cuya meta es evitar un descenso: Igual que en el soccer, en la vida cotidiana todos tenemos realidades distintas.   

Pareciera contradictorio y hasta absurdo, pero también hablamos de éxito en escenarios de aparente fracaso. En el mismo marco deportivo, Michael Jordan, el máximo basquetbolista de la historia ha expresado que la clave del éxito es el fracaso y que para aprender a triunfar, primero debes aprender a fracasar. Entonces, cuando no se consiguen los resultados esperados o algún proyecto planteado no se alcanza, no es recomendable ser fatalistas y derrumbarnos, mucho menos si se ha dado el máximo esfuerzo. Después de todo, es imposible vencer a quien nunca se rinde (Babe Ruth).    

Así como en las democracias no hay victorias permanentes ni derrotas para siempre, en el fútbol y en la vida se gana y se pierde. La cuestión es la actitud y la madurez que asumimos ante uno u otro escenario. En este punto tiene razón el director técnico argentino Diego Pablo Simeone cuando dice que la derrota se acepta y a partir de ella se evoluciona pero que es inaceptable no intentar y de hecho, en todo caso la verdadera derrota es no buscar lo que se quiere o en dejarse caer cuando las cosas no salen como uno esperaba. 

Un caso representativo de cómo se puede hablar de éxito en medio de la derrota lo vemos con la brillante carrera de Michael Ballack, futbolista alemán al que algunos medios han llegado a poner como un caso de fracaso por haber perdido una final de la Copa Mundial, una final de la Eurocopa y dos finales de la Liga de Campeones de la UEFA, tendenciosamente dan mayor importancia a eso que a todo lo que implica haber competido al más alto nivel y formar parte de la élite mundial. En México está el caso del Cruz Azul, al punto de hablar de “cruzazulearla”, cuando se pierde algo que se tenía casi seguro, pero siendo francos, muchos de los que critican no podrían ni siquiera imaginar competir así, entonces: ¿cuántos quisieran tener esos fracasos?

En todo caso, el éxito tiene una amplia gama de matices, siendo la actitud y el aprendizaje adquirido la delgada línea que lo distingue del fracaso. Además, tanto las victorias como las derrotas se agotan en el momento que se actualizan, por ello debemos reinventarnos permanentemente. En medio de la contingencia que atravesamos, es oportuno tener presente que incluso en los momentos más complejos vale la pena realizar un último esfuerzo o volver intentarlo antes de dar todo por perdido, aun cuando las probabilidades son mínimas o casi nulas.  

 

Salvador López Santiago

Es Licenciado en Derecho por la UNAM, Maestro en Ciencia Política por la UPAEP, Maestro en Derecho Electoral por la EJE del TEPJF y cuenta con estudios de posgrado en Derecho Parlamentario en la UAEMéx. Fue Consejero Electoral Distrital en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los Procesos Electorales Federales 2011-2012 y 2014-2015, respectivamente. Asimismo, se ha desempeñado como asesor legislativo en el Senado de la República de noviembre de 2012 a la fecha, en la LXII, LXIII, la LXIV y la LXV Legislatura. Desde enero de 2020 es director editorial en Tempo, Política Constante.