Skip to main content

Alejandra Cerecedo Constantino

@alejandraconst

“Me gusta más claramente cuando tú haces narraciones de algo de tu vida, por un lado cuando lo escribes te sale más ordenadito, pero además lo huelo más sincero, más cercano a ti y eso me gusta, cuando te leo…” 

Un artículo que leí recientemente señalaba que aunque Scott Fitzgerald y Zelda se habían enamorado, ella continuaba saliendo con otros hombres, lo que desataba unos celos frenéticos en él. Ella consideraba que una cosa no tenía nada que ver con la otra (esto me suena familiar), y como muestra de confianza, le dio a leer su diario íntimo.

Si Scott Fitzgerald usaba las notas del diario de Zelda para escribir obras como “A este lado del paraíso” y Rosa Montero el diario de Marie Curie dirigido a Pierre Curie en “La ridícula idea de no volver a verte”, creo que yo puedo usar tus voice notes para esta columna.

Hace unos días, platicando con un amigo me contó que estaba leyendo “La genealogía de la moral”, hablamos de varios temas y entre otras cosas, le comenté que siempre me han gustado mucho los autores existencialistas. Jean Paul Sartre, Carl Jung, Hannah Arendt, Simone de Beauvoir. 

Es curioso que, a diferencia de Simone de Beauvoir, que mantenía una relación abierta con Sartre porque prefería eso que perderlo; Zelda era mucho más open mind, cuentan en el artículo que en una ocasión había cuatro hombres esperándola porque a todos les había dicho que iba a salir con ellos. 

Quizás mi amiga Cindy en aquel tiempo le hubiera dicho a Simone “Tú ya estás bien cocowasheada” como me dijo a mí, o a Zelda otra de sus frases: “esas son porquerías”. 

Me dio gusto platicar de nuevo con mi viejo amigo, me mandó su primera columna para echarle un ojo; siempre le dije que tenía potencial para escribir. Por ahora publica bajo un seudónimo, pero me sucedió algo extraño; al leerlo, no sentí que lo estuviera leyendo a él. 

Le comenté que en ocasiones, en este tipo de columnas (un poco más técnicas), pasamos un buen tiempo investigando, recolectando información, ordenándola; hallando el hilo conductor, pero quizás no logra verse realmente nuestro estilo personal.

“A mí me gusta cuando sueles filosofar un poco más”, le dije. Al parecer lo tomó en cuenta; en su segunda columna abordó otros temas como “El placer” y “Los instintos” y “Las normas inconscientes del súper Yo”. Me agradó que en ambas vi unos cierres ásperos estilo Bukowski. 

Qué coincidencia que uno de los poemas más famosos de Bukowski se titula Estilo.

“El estilo es la respuesta a todo.

Una manera desenvuelta de afrontar algo aburrido o peligroso. 

Cuando Hemingway estampó sus sesos en la pared de un disparo, eso era estilo. 

El estilo es una diferencia, una manera de hacer, una manera de ser hecho.”

– Bukowski.

Supongo que todo esto tiene que ver con lo que Rosa Montero llama: conquistar la ligereza, ella señalaba en diversas entrevistas que a los artesanos, (cuando comienzan con sus primeros muebles), usualmente las primeras patas no les salen muy torneadas. Al día de hoy, la escritora considera que las patas de sus obras cada día van saliendo mejor. 

Pero, conquistar la ligereza va más allá. Para mí significa escribir sin miedo, dejar que fluya, sentirte libre, incorporar experiencias, tener la confianza de detenerte por un momento para ahondar en un tema y regresar, incluso incorporar aromas, paisajes. 

Creo que funciona mejor cuando escribes para ti mismo, cuando lo haces no porque esté el tema en coyuntura o debas hacerlo sino porque necesitas sacar eso que no te cabe en el pecho. 

Conquistar la ligereza es algo que se va construyendo poco a poco. Y sin duda, es también una forma de vivir, de decirle al mundo (sin miedo),  lo que llevas dentro.

 

 

Alejandra Cerecedo

Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Veracruzana (UV), Estudiante de Ciencia Política y Administración Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Estudiante del Diplomado en Análisis Político Estratégico por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Cuenta con un curso en Technology Entrepeneurship por Universidad de Stanford. Ha sido premiada con un Master en Alta Dirección por la Organización Continental de Excelencia Educativa (ORCODEE) Actualmente es columnista en The Mexican Times, Roastbrief y las revistas Campaigns & Elections y Líder Veracruz.