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Por Pamela Robles

@_PamRo_

La joven escritora sueca Camilla Lackberg en su penúltimo libro “Una jaula de oro” nos hace un gran relato acerca de lo que es el feminismo y de lo que el maltrato recibido, no solo por los hombres, sino por la sociedad a la mujer puede romper al interior de las víctimas, hasta el punto de que el único fin en la vida sea lograr la venganza.

Lackberg, gran premio de Literatura Policiaca de Francia en 2008, da lugar a la mayoría de sus historias en la región costera de Fjällbacka, Suecia, su tierra natal. “Una jaula de oro” no es la excepción, la narrativa brinca de escenas de la niñez de la protagonista en el pequeño pueblo, a la vida adulta en la lujosa ciudad de Estocolmo.

La historia está dividida en dos. La primera nos cuenta la llegada de Matilda a la ciudad de Estocolmo, como típica provinciana que escapa de sus tierras para poder alcanzar sus sueños.

En esta parte nos muestra a una joven que lucha por lograr ser alguien en la vida. No solo utiliza sus pocos recursos para poder entrar a la facultad de Economía, sino también fantasea con tener una buena posición económica; muy al contrario de lo que su padre le ofreció en sus primeros años. Un marido, guapo, inteligente y vestido con las mejores marcas al igual que ella, son parte de sus planes a futuro, sin dejar atrás una casa con todos los lujos, bien decorada para poder recibir a los distinguidos invitados que tendrán ella y su marido para poder presumir a su hermosa, bien educada y con vestidos de princesa, pequeña hija.

Sus sueños se hacen realidad y nos describen una vida casi perfecta. Comidas en los mejores restaurantes, ropa de marca y un mundo de extravagancias es la “jaula de oro” donde la protagonista pasa sus días. Sin embargo, todo esto sirve como cortina para ocultar el abuso psicológico y económico que sufre.

No puedo mentirles que yo misma estuve a punto de gritarle varias veces al libro: ¡No te dejes!, ¿cómo lo permites?, etc. Lo cual me llevó a la reflexión de lo que vivimos en estos días en nuestro entorno. La cantidad de mujeres que sufren abuso y no nos damos cuenta. Creemos que vestir Oscar de la Renta y oler a Channel, es tener la felicidad comprada. 

Bueno, no me desvío. La segunda parte de esta novela negra nos cuenta el plan maquiavélico de Faye, quien después de haber vivido la peor de la decepciones y la humillación por parte de su marido le da vida a la venganza. Con calma, dando pasos muy firmes y moviendo las fichas con mucha estrategia como un gran juego de ajedrez. 

La protagonista es una mujer muy inteligente, guapa y que a base de lucha y constancia logra también su propia “jaula de oro”. Sin embargo, tampoco es feliz porque su pasado la atormenta y a pesar de tenerlo todo, se revuelca en el deseo de hacer pagar a quien tanto daño le hizo. 

Y yo, mientras en la primera parte quería arrojar el libro para que despertara la protagonista, en esta segunda parte la hice mi ídolo al tener ese temperamento e inteligencia para lograr sus planes. Si hubiera estado en el teatro no dudaría que yo, junto con el público, nos hubieramos parado a aplaudir el gran final.

Es un libro recomendado para mujeres por su gran tono feminista; ese feminismo que cae bien. También los hombres con un gusto por la novela policiaca, suspenso psicológico y un poco de erotismo les dejará un buen sabor de boca.

“Los venenos más peligrosos, así como los mejores perfumes, vienen en envase pequeño”.

Pamela Robles

Es diseñadora gráfica y mercadóloga. Trabajó en reconocidas agencias de publicidad como directora de arte, fue gerente del periódico Imagen en el estado de Veracruz y profesora de Marketing a nivel licenciatura. Consciente de sus emociones y en continua búsqueda de la felicidad.