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Por Salvador López Santiago
@sls1103

México llega a la elección más grande, compleja e importante de su historia en medio de un clima de polarización que se empeña en limitar el abanico de posibilidades a dos bandos. Con discursos maniqueos de uno y otro lado, en la mayoría de los casos, las propuestas han quedado en un plano secundario. En medio de confrontaciones, de noticias falsas, de provocaciones y hasta de resentimientos, se renovarán más de 20 mil cargos de elección popular. Entre ellos, 15 gubernaturas; y la integración de la 65 Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

En el caso del Estado de México se votará para elegir 45 diputaciones de mayoría relativa, 30 diputaciones de representación popular, 125 presidencias municipales, 136 sindicaturas y 966 regidurías. Y tanto en el Distrito Electoral Federal 39, La Paz-Chimalhuacán; como en las presidencias de ambos municipios, quienes ganaron en 2018, en este proceso electoral buscan la reelección.

El ambiente político actual puede ser analizado desde diferentes aristas, pero me parece que hay temas que sí o sí debemos ponderar como son: 1. El pronóstico que se tiene; 2. ¿Cómo fueron las campañas electorales?; 3. La primera reelección de Diputados Federales; y 4. Lo que acontece en nuestro municipio o Distrito Electoral.

1. El pronóstico que se tiene. Si bien es cierto que hay encuestas muy serias que permiten anticipar el triunfo electoral de algunos aspirantes a cargos de elección popular, también lo es que nadie objetivo y prudente puede cantar victoria antes de celebrar la jornada electoral del próximo domingo, hacerlo sería cuando menos subestimar a la ciudadanía.

La soberbia, la falta de pericia o el exceso de confianza podría ser fulminante para algunos candidatos que ya se dan como vencedores, en especial en aquellas elecciones con poco margen entre el primero y el segundo lugar, en esas donde las estructuras toman un papel relevante porque al final del día las encuestas no salen a votar.

Lo único seguro es que nada es seguro. Así lo podemos ver en la renovación de las 15 gubernaturas, porque al iniciar el año se pronosticaba que morena ganaría 13, conforme avanzo el proceso electoral e iniciaron las campañas la cifra fue reduciendo y hoy son 7. Aunque este último número puede subir o bajar, llama la atención que por primera vez Alfonso Durazo en Sonora y que, de nueva cuenta, David Monreal en Zacatecas, están en segundo lugar en las preferencias electorales, reitero no es definitivo, pero si deja ver que mal harían en confiarse. En cambio, contra todo pronóstico inicial, MC se perfila a ganar Campeche y Nuevo León.

En la elección de Diputados Federales, Morena no conseguiría la mayoría absoluta pero junto a sus aliados obtendría 322 curules en San Lázaro, según la encuesta de El Universal y Buendía & Márquez. Morena en solitario tendría 228 frente a los 253 que posee actualmente.

Al final, todo indica que la Coalición Va Por México no logró incidir en el ánimo social para hacerse con la mayoría legislativa y solo llegarían a 161 asientos, siendo el más beneficiado el PRI. El Partido Verde, al lado de Morena, se perfila como la gran sorpresa en la Cámara al perfilarse para alcanzar el 10 por ciento de las curules, cifra notablemente superior al 3.2 por ciento que obtuvo coaligado al PRI en 2018. En cambio, el PT caería del 12 al 9 por ciento en las preferencias.

2. ¿Cómo fueron las campañas electorales? Con asombro y cierta preocupación, he visto que extraordinarias campañas: con estructura política, planeación, adecuada comunicación y candidatos con un perfil destacado, podrían terminar con una derrota electoral contundente y remedos de campaña: sin seriedad, sin rumbo, sin planeación, con mezquindad disfrazada de austeridad y basadas en la simulación u ocurrencias pueden concluir con un triunfo electoral.

Esto no es exclusivo de un partido político ni de una entidad federativa, en todos los institutos políticos y en todas partes del país, hay casos en ambos polos. Al parecer, como ocurrió en 2018, en el actual proceso electoral, en no pocos casos la campaña podría ser un mero trámite.

3. La primera reelección de Diputados Federales. Me parece que la primera elección consecutiva de Diputados Federales no va a cumplir con los fines que se buscaban en la reforma constitucional de 2014, entre ellos, la profesionalización de legisladores y el desarrollo de agendas de largo aliento sin estar sometidos a los partidos.

De los 500 integrantes de la Cámara de Diputados, 448 presentaron su carta de intención de elección consecutiva, de ese total 439 fueron registrados ante el INE y 211 buscan la reelección. Uno pensaría que esos 211 son destacados legisladores, pero lo cierto es que ese no fue el parámetro que imperó en la decisión de los partidos para ratificar la postulación de sus candidatos. Hay candidatos que no tienen un solo punto de acuerdo o una sola iniciativa y podrían mantenerse otros tres años en el Congreso.

Contrario al espíritu de la reforma de 2014, se empoderó a los partidos, cuyas dirigencias nacionales convirtieron a las candidaturas en un medio de coacción que se resume en el postulado: “si estás conmigo, tienes candidatura, si no, te quedas fuera”. Tal parece que tiene más valor una lealtad ciega a un partido que el beneficio del pueblo.

También fallaron quienes hoy buscan reelegirse, porque en casi tres años no tuvieron la voluntad política ni la capacidad de generar el consenso para expedir la legislación reglamentaria de su reelección y cuando el INE tuvo que intervenir ante ese vacío normativo, lo acusaron de invasivo, cuando el régimen transitorio lo facultada para tales efectos, insisto ante la opacidad legislativa.

La reelección legislativa tiene que ser objeto de la próxima reforma electoral por varias razones, comenzando por la necesidad de establecer un piso parejo. No existe equidad cuando la persona que se busca reelegir lo hace sin tener que dejar su curul, porque la máxima Tribuna es un espacio inmejorable para posicionarse en el imaginario colectivo.

4. Municipios de La Paz y Chimalhuacán. Sin rodeos, los candidatos pudieron hacer una mejor campaña. En ningún caso se identifica una línea de comunicación precisa, articulada y propia, más bien nos remiten a lugares comunes de lo que acontece en el ámbito nacional. se entiende que estamos en pandemia y que las campañas no tienen la misma lógica que en circunstancias normales. Pero hacer campaña no solo es caminar, no solo es pegar lonas, no es solo volantear y, en los tiempos digitales que vivimos, no solo es realizar eventos masivos. En el lugar donde radico, como seguro pasó en otras partes del estado y del país, los aspirantes a cargos públicos no tuvieron la capacidad de reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos.

En este sentido, me parece que todos desaprovecharon el potencial que tienen las redes sociales y los contenidos digitales. Cuando uno revisa el Facebook de los candidatos se encuentra con letanías que lejos de incidir en el sentido del voto, hacen que se pierda el interés en esas campañas. En otras redes como Twitter o Tik Tok, en ambos municipios prácticamente no existen para los candidatos y cuando las llegan a utilizar, es evidente que no entienden la forma en que busca comunicar ni el auditorio al que se dirige.

En los videos que comparten, en su mayoría, llegan e improvisan lo que van a decir, cuando debieran ser dardos de precisión para comunicar una idea en particular, con claridad y sin rodeos, por eso no extraña que la mayoría de los candidatos no hayan acudido al debate organizado por el Instituto Electoral del Estado de México para las elecciones municipales. Parece una obviedad, pero el gran problema de estas elecciones es que no hubo la capacidad de comunicar, hablaban mucho, pero decían poco o nada. En fin, el próximo domingo los ciudadanos tenemos la responsabilidad de votar y después, los candidatos tendrán la obligación de conducirse con madurez política.

Salvador López Santiago

Es Licenciado en Derecho por la UNAM, Maestro en Ciencia Política por la UPAEP, Maestro en Derecho Electoral por la EJE del TEPJF y cuenta con estudios de posgrado en Derecho Parlamentario en la UAEMéx. Fue Consejero Electoral Distrital en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los Procesos Electorales Federales 2011-2012 y 2014-2015, respectivamente. Asimismo, se ha desempeñado como asesor legislativo en el Senado de la República en la LXII, LXIII, la LXIV y la LXV Legislatura. Desde enero de 2020 es director editorial en Tempo, Política Constante.