Por Yasmín Ayala Montaño
“A veces me preguntan: ¿Por qué inviertes todo ese tiempo y dinero hablando de la amabilidad para con los animales cuando existe tanta crueldad hacia el hombre? A lo que yo respondo: Estoy trabajando en las raíces”.
—George T. Angell.
Dicen con absoluta razón que respetar a los animales es una obligación para todos, mientras que amarlos es un privilegio de pocos. A lo largo de mi experiencia con animales, trabajando las terapias holísticas con ellos, he observado una constante que es la siguiente: Cuando un animal no ha podido sacar o le cuesta trabajo lidiar con alguna emoción por la que está atravesando, y dicha situación se agudiza, de alguna u otra manera su cuerpo buscará sacarla y con ello, vendrá una somatización física como una alergia o irritación en piel, un problema gástrico, tirar pelo en exceso, comer compulsivamente, u otros comportamientos nada amigables para los peludos y para sus humanos.
En este artículo quiero platicarles un poco del caso de “GÜERITA”, una “pitbullcita” preciosa que conocí a principios de año. Como es costumbre mía, por lo general siempre que salgo a la calle, ando con perros o con mi manada, esto me ha llevado a conocer a mucha gente que comparten el mismo gusto que yo y son amantes de los animales. A veces mis perritas y yo tendemos a llamar la atención pues hacemos montón porque somos bastantitas. Nunca falta esa platica con alguien respecto a un tema de peludos, de cosas para su beneficio, o de alguna recomendación, o simplemente de lo bellas y nobles que son estas criaturitas. De esta manera conocí, primero al humano de Güerita, en un parque donde yo andaba paseando a mis perritas, él tras verme con todas ellas me preguntó si sabía de un buen médico veterinario que pudiera recomendarle, pues estaba muy preocupado por su perrita a la cual me contaba ya había llevado a visitar a varios médicos veterinarios y todos los tratamientos que le habían dado no parecían hacerle efecto y, lo peor de todo, era que constaban ya de muchas inyecciones que le habían aplicado y la perrita ya estaba muy atemorizada por lo mismo y no había mejora.
Me describió el problema de salud de su perrita como una irritación en la piel, pero en ese momento no pude conocer a la perrita, pues no la llevaba con él. Yo le recomendé a una veterinaria con la que había llevado a una de mis perritas en esos días y el trato y servicio me habían parecido muy buenos, sin embargo durante la conversación salió el tema de que Güerita es muy ansiosa en su comportamiento, y que tenía un hiperapego a su humano, quien me comentó que prácticamente adoptó a la perrita hacia aproximadamente 2 años porque nadie más la quería, pero que su ansiedad era demasiada y que le costaba mucho trabajo lidiar con ese comportamiento de Güerita, pues dificultaba ya la convivencia con él y con su familia por su comportamiento excesivo. Yo le sugerí probar la Terapia Floral con Güerita, para ver qué resultados podíamos tener con ella y estaba segura que mucho de lo que tenía de la alergia en su piel era por cuestiones emocionales. Acordamos que vería primero a la perrita para saber qué Remedio Floral le prescribiría para trabajar su Ansiedad.
Días después, acordamos reunirnos y pude ver a Güerita en el parque. La verdad es que me sorprendió mucho el estado de ansiedad tan agudo que tenía y el hiperapego tan fuerte hacia su humano, literal quería estar todo el tiempo en brazos de él. Siendo su color de pelaje un marrón claro, podía apreciarse lo irritada que se encontraba toda la piel de su cuerpo, con prurito, por lo que también cuando se rascaba por la comezón ya se lastimaba y sangraba. Los baños medicados que le recomendaron hacerle y el tratamiento inyectado no parecía hacer efecto. Además, todo el tiempo se veía inquieta y temerosa. Platicando toda esta información con su humano y viendo su estado físico, así como su comportamiento, decidí recomendarle tomar el Remedio Floral para animalitos con Ansiedad por Separación y ese mismo día empezó con el tratamiento Floral. Acordamos seguir en contacto para ver la evolución de la perrita.
No pasó ni siquiera un mes, cuando el humano de Güerita me escribió para darme noticias, a semanas de estar tomando el Remedio Floral ella iba mejorando y el cambio era muy, muy notorio, se encontraba muchísimo mejor y más tranquila emocionalmente. Sugerí seguir con el tratamiento Floral un poco más de tiempo para reforzar la acción de éste y ayudar todavía más a la perrita.
La verdad es que me dio un gusto enorme saber esto de mi cliente, y saber que es posible ayudar a los animalitos a tener mejor calidad de vida y ayudarlos emocionalmente a sanar.
Me impresionó el amor tan grande y la paciencia del humano de Güerita para sobrellevarla y tratarla en su día a día, a pesar de la ansiedad tan grande que tenía la perrita y a pesar de todo, estar ahí con ella por amor. Sin embargo, por el desconocimiento que a veces existe sobre otras alternativas para tratar la salud, no sabía cómo podía ayudarle a su perrita a mejorar. Afortunadamente él y Güerita conocieron y experimentaron las bondades de la terapia floral (flores de Bach y otros sistemas) y obtuvieron resultados maravillosos.
Si te identificaste con este caso de Güerita, ya sea porque tu compañero animal sea perro o gato, o te pareció interesante la experiencia —eso no importa—, te invito a que pruebes e intentes con la Terapia Floral y conozcas más de sus usos, beneficios y bondades. Lee nuestro artículo de Terapia Floral en nuestro sitio:
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