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Por Pamela Robles

@_PamRo_

Mi artículo anterior trató de la búsqueda de ayuda profesional o espiritual cuando nos sintamos deprimidos, con ansiedad o simplemente notamos que algo anda mal en nuestro interior. Mencioné de una manera muy casual el “tener cuidado de la charlatanería”, sin ahondar más.

Como buena fan de los podcast, después de publicar mi artículo, escuché uno que hablaba de las sectas o falsos grupos de ayuda. Para serles sincera me quedé un poco preocupada de no haberles advertido con más precisión sobre los mismos, pero sin duda, este tema es tan importante que se merece una explicación profunda y detallada.

Emilio Leighton escribe en “El viajero fisgón” (marzo, 2021) que “La mayoría de las sectas en España son oscuras y herméticas. Pero cuidado, también las hay bajo la apariencia de grupos ecológicos, religiosos o de terapia sexual, muchos relacionados con el yoga o las sanaciones mediante pseudoterapias. Otras se esconden ofreciendo supuestas técnicas de coaching y autoayuda para buscar el éxito”. Y esto no es exclusivo para el país europeo, sino que representa una realidad latente para todo el mundo, incluyendo México.

La idea de este pequeño artículo no es hablar mal de ningún grupo o técnicas en específico, más bien tiene como objetivo dar algunos tips para poder tomar una mejor decisión a la hora de buscar algún tipo de ayuda y evitar ser blanco perfecto para las sectas. A propósito de esto, Miguel Perlado, quien lleva 16 años trabajando con víctimas de las sectas, desde el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña, da algunos ejemplos de los perfiles de las personas que buscan las sectas para que se afilien a sus filas:

  • Jóvenes idealistas, universitarios, con inteligencia por encima de la media, con tendencias algo obsesivas, perseverantes y con un componente de insatisfacción que les lleva a buscar algo diferente.
  • Personas entre 30 y 40 años con antecedentes de alguna adicción a tóxicos o dependencias afectivas o emocionales y aquellos que sufren la crisis de la mitad de la vida y que buscan nuevos caminos.
  • Y los que están continuamente buscando: hoy con un chamán, mañana con una terapia revolucionaria, y pasado orando en el monte.

Esto quiere decir que no son personas con poca inteligencia o de poca educación, al contrario, es gente preparada quienes caen en las entrañas de las sectas, tratando de solucionar sus obsesiones o buscando una vida mejor. No menospreciemos a los líderes de estos pseudo grupos de ayuda, generalmente son mucho más listos y hábiles con la lengua que cualquier profesionista. Es esta la razón por lo que llegan a ser tan peligrosos.

Según la Real Academia de la Lengua el significado de la palabra secta es “Comunidad cerrada, que promueve o aparenta promover fines de carácter espiritual, en la que los maestros ejercen un poder absoluto sobre los adeptos”. Pero, ¿cómo podemos distinguir una secta de una religión o una buena técnica de terapia? En realidad, la diferencia es mínima y trataré de no entrar en polémicas con algunas creencias propias.

El sociólogo de la Universidad de Santiago de Chile, Cristian Parker, explica que la diferencia está “desde el minuto en que comienza la manipulación psicológica que altera la voluntad de las personas”, “donde se vulneran los principios de la libertad de religión y de conciencia son situaciones ilegales e ilegítimas”, cuando comienza “la esclavitud frente a una autoridad”.

Después de haber leído a varios expertos en el tema les puedo compartir los puntos importantes que hay que tomar en cuenta cuando comenzamos una terapia o entramos a un grupo de autoayuda:

Preparación del coach: Como siempre que se pone algo de moda, salieron ya los oportunistas. Pide su certificación y verifica si es de una escuela con reconocimiento.

Ética profesional: Si las técnicas de recuperación no coinciden con los principios éticos que tú tienes, entonces estas en el lugar equivocado. Hazle caso a tu intuición.

Objetivos del proceso: Desde el principio deben de quedar claros los objetivos y las metas a alcanzar. Si en algún momento del proceso hay una desviación es hora de prender los radares.

Conexión: Debe de haber cierta afinidad entre el coach o grupo de trabajo y nosotros mismos. Sentir siempre que perteneces a ese lugar, si te sientes incómodo o incomoda, no habrá recuperación.

Sentirte escuchado: No sólo es que te oigan y que echen “a saco roto” lo que dijiste, es saber que te escuchan y que tu opinión cuenta.

Ser aconsejado o recibir recomendación: Lo más importante para sanar el interior es sentirse libre, si la terapia donde te encuentras los consejos en realidad son una manda, estás cayendo en un adoctrinamiento.

Cuotas exageradas: Sí debemos invertirle a nuestra salud mental, pero cuando este costo sobresale de nuestras posibilidades y para poder avanzar en la recuperación debemos pagar más y más, entonces es un negocio nada más, y tu sanción es lo menos importante.

Esquema piramidal: Muchas de las sectas te obligan a traer más personas al grupo, y como si vendieras zapatos o cosméticos, te van ascendiendo de nivel conforme más personas introduzcas, ¿dónde queda la recuperación?

Pues como decían los comerciales del canal 5 hace varios años: “Mucho ojo”. Existen muchas opciones buenas y malas, sólo es cuestión de investigar ampliamente antes de soltar lo más importante para nosotros, la salud mental, a cualquiera. Les deseo éxito en su búsqueda.

Pamela Robles

Es diseñadora gráfica y mercadóloga. Trabajó en reconocidas agencias de publicidad como directora de arte, fue gerente del periódico Imagen en el estado de Veracruz y profesora de Marketing a nivel licenciatura. Consciente de sus emociones y en continua búsqueda de la felicidad.