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Por Xanti Maliyel Nani Robles

En múltiples ocasiones he escuchado a personas provenientes de otros Estados, incluso de otros países entablar conversaciones con nativos veracruzanos y contar con gran sorpresa reflejada en los rostros, que se han enamorado perdidamente de la cultura del Estado, de sus canciones, sus bailes y las costumbres que se celebran de acuerdo al calendario. Nosotros al instante nos sentimos orgullosos e inmediatamente lanzamos una sonrisa, nuestra postura cambia cual pavo real y contestamos: “Por supuesto, estas son nuestras tradiciones, mis tradiciones”.  Pero entonces estos visitantes comienzan a hacer preguntas como ¿Cuál era el nombre de la canción que estamos escuchando?, ¿Cuál es la historia de ese son?, ¿Puedes enseñarme como se hace eso?  Mientras que sus posibles informantes solo pueden abrir los ojos tan grandes como les es posible y no responder nada al respecto. En ese momento se borra la sonrisa y comenzamos a titubear e incluso inventamos historias muy divertidas solo para salir del problema sin ofrecer un argumento real.

Ahora bien, si cambiamos ese escenario a uno en donde todos los veracruzanos, desde la educación básica, conocemos las tradiciones musicales de nuestra región debido a que sabemos tocar los sones, las respuestas a todas las preguntas serían fácilmente respondidas por cualquier nativo. La música folclórica veracruzana cuenta por si sola la historia de los pueblos, en otros lugares del Estado son usadas como parte de ceremonias religiosas, fiestas y todo tipo de eventos que forman parte de las tradiciones, por lo tanto la educación musical tradicional veracruzana no se limita a solo tocar y repetir una y otra vez un numero de canciones, su aprendizaje marcará el camino que muestra de donde venimos y la certeza de que no serán olvidados porque sabemos hacia dónde vamos y porque el contacto directo con las raíces despierta en cada individuo el interés por reproducir para otros lo propio de su cultura, además de mantener en su memoria la historia, en sus manos la ejecución y en el alma su identidad. Parte del quehacer del educador musical es hacer que sus alumnos logren amar la música, en este caso específico la música que los representa por el simple hecho de que forma parte de su lengua materna; una vez que un niño o una niña desarrolla ese sentido de pertenencia, su cultura, y las tradiciones que forman parte de él nunca serán olvidadas, lo que a su vez garantiza que la cultura veracruzana continuará viajando por el tiempo y haciendo historia.

Todas estas líneas podrían solo quedarse en que sería muy bello lograr empaparnos de nuestra propia cultura, la pregunta del millón es… ¿Qué podemos hacer para lograrlo? Para fortuna nuestra, Xalapa es una ciudad que cuenta con un gran porcentaje de músicos y educadores musicales profesionales capaces de cambiar nuestra realidad. Si comenzamos asignando maestros de música a cada escuela, adaptando e implementando metodologías pedagógico – musicales que respondan a las necesidades culturales de nuestras niñas y niños, en solo unos meses estaríamos obteniendo resultados favorables, en el sentido cultural y tradicional, pero también en el desarrollo personal, socioemocional e inclusivo, por mencionar algunos de los beneficios que esto traería consigo.

La educación tradicional veracruzana es el medio por el cual se mantendrá viva nuestra historia, contarla, cantarla, tocarla y bailarla para continuar enriqueciendo la grandeza que representa al veracruzano y que hace posible la creación de mejores escenarios sociales para las generaciones que ya están en formación y aquellas que todavía no conocemos.

Xanti Maliyel Nani Robles

Xanti Maliyel Nani Robles (1995). Comenzó sus estudios musicales a la edad de 8 años. Licenciada en Ejecución de Instrumentos Orquestales por el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz. Ha sido flautista y piccolista de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz. Actualmente es Directora General del Conservatorio de la Ciudad de las Flores y Directora Musical e integrante activa del grupo "La Familia Nani". Está por concluir la Maestría en Ciencias de la Educación por la Universidad CESVER.