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Por Salvador López Santiago

@sls1103

Este mes no podía terminar mejor. ¿Qué pasó el 31 de marzo?, nada más y nada menos que el “Día del Taco en México”, cuyo origen se remonta a 2007 cuando una televisora lanzó una campaña para conmemorar este magnífico poema gastronómico conocido y querido por todos, desde entonces la fecha se convirtió en la excusa perfecta (tampoco es que haga mucha falta) para deleitarse con uno y si se puede, con varios tacos del muy extenso abanico de opciones que podemos encontrar a lo largo del territorio nacional.

Elena Poniatowska tiene absoluta razón cuando afirma que: “Todos le entramos a la taqueada”. No tengo pruebas, pero tampoco dudas de que los tacos son el Capibara (animal que le cae bien a todos) de la comida, porque literal, hay para todos los gustos y para muestra —de manera enunciativa más no limitativa—, vale la pena mencionar algunos de los más populares: pastor, suadero, campechano, nana, buche, barbacoa, flautas, tripa, sesos, acociles, charales, chapulines, mariscos, carnita asada, birria, canasta veganos, gobernador, placero, cochinita, acorazados o simplemente de sal y salsa.

Además, son verdaderos supervivientes y multifacéticos, ya sea a primera hora de la mañana, al medio día, en la tarde, en la noche o hasta en la madrugada; con sol, con frío, con lluvia, con viento; en los tianguis, en los estadios, en las cantinas, en las banquetas, en el establecimiento más elegante, en todos lados; al iniciar o terminar la jornada; con mucho o poco tiempo para comer; triste, preocupado, optimista, decepcionado, contento; de muerte lenta o muy fifís; con familiares, amigos, compañeros, colegas y hasta solos, los tacos siempre son una estupenda opción y más si son con tortilla hecha a mano y se acompañan con una coquita de vidrio (el comercial era inevitable).

En un país con la fabulosa riqueza culinaria que tiene México, no es poca cosa que el 28.3% de la población diga que los tacos son su platillo favorito (Gabinete de Comunicación Estratégica), esto no es casualidad, sino causalidad y es que, de acuerdo con el INEGI, 5 de cada 10 mexicanos consumen tacos al menos una vez a la semana, cifra que es muy conservadora si tenemos en cuenta que el 94% de los mexicanos vive a menos de cinco minutos de una de las 115 mil taquerías registradas en el país por el propio órgano constitucional autónomo y según análisis realizados por geógrafos de la UNAM, se mapeó a 1.6 millones de taqueros en el territorio nacional.

Consulta Mitofsky indica en su estudio online de “Comidas y Bebidas Tradicionales de México” que los tacos preferidos de los mexicanos son los de carne asada, seguido por los de al pastor y los de carnitas. En lo personal, si acaso el de carnitas estaría en mi top 10, y obviamente en los primeros lugares están los de barbacoa, los de birria y los de suadero (clásico, igualado, jamás superado); pero entiendo y es normal, que cada uno tenga su propia lista basada en su experiencia y gustos. Para concluir este pequeño homenaje a su majestad el Taco, no puedo dejar de decir que una de las tantas cosas buenas de mi querido Estado de México es que prácticamente en cualquier parte y a cualquier hora, se pueden encontrar suculentos tacos y eso es genial, porque la cultura popular no se equivoca al expresar que un taco al día es la llave de la alegría.

Salvador López Santiago

Es Licenciado en Derecho por la UNAM, Maestro en Ciencia Política por la UPAEP, Maestro en Derecho Electoral por la EJE del TEPJF y cuenta con estudios de posgrado en Derecho Parlamentario en la UAEMéx. Fue Consejero Electoral Distrital en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los Procesos Electorales Federales 2011-2012 y 2014-2015, respectivamente. Asimismo, se ha desempeñado como asesor legislativo en el Senado de la República de noviembre de 2012 a la fecha, en la LXII, LXIII, la LXIV y la LXV Legislatura. Desde enero de 2020 es director editorial en Tempo, Política Constante.