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Por René Cervera Galán

Desde mediados del siglo pasado, la palabra derechos humanos fue nombrándose con mayor intensidad, la experiencia de la Segunda Guerra Mundial dejó clara la necesidad de humanizarnos. Y como militarmente la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas ganó y llegó hasta Berlín, se abrió paso a lo que la historia registra como la guerra fría.

El mundo se dividió en dos bloques, uno de ellos con la presunción de ser demócratas y ambos mundos llenos de contradicciones.

Cuando llegó lo que algunos mencionan como la revolución conservadora, se llegó a las mayores contradicciones, con los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher se concluyó que el Estado no era la solución, más bien era el problema y se hizo hincapié en el Estado de derecho y se cuestionó el derecho al Estado.

Con la caída del comunismo se facilitó el modelo del neoliberalismo, se manejó el concepto del egoísmo ético, se calificó al Estado como entidad opresora y se manejó la idea de que la economía liberal arreglaba sus problemas gracias a una mano invisible que todo lo arregla en el marco de la oferta y la demanda.

Cierto es que la economía mundial cayó en un bache en esos días, igual sucedió en economías con poca intervención estatal, que en las que el Estado era muy activo, porque la causa de estos problemas estaba en los energéticos más que en las políticas públicas.

Los impuestos se satanizaron, en el discurso neoliberal pagar impuesto era dejarse robar.

Hubo varios personajes que defendieron al Estado social y entre ellos destacó Olof Palme primer ministro de Suecia cuyas políticas públicas los llevaron a ser considerados como el país con el mejor nivel de vida.

Olof Palme decía que los impuestos que se maldicen de joven son los mismos que se bendicen de viejo, respondió que nadie es libre sin un piso de salud, educación, certidumbre económica y seguridad jurídica y eso lo proporciona el Estado.

Cuando afirmaron que los impuestos progresivos castigan la eficiencia, él respondió que quienes más ingresos tienen se lo deben a las carreteras que trasladan sus productos, a los trabajadores que tienen capacitación y educación, a que sus empleados son saludables y a que gozan de seguridad jurídica y todo eso lo proporciona el Estado con el dinero de todos.

A la muy repetida frase que se menciona hasta la fecha de que no se vale gobierno rico y pueblo, pobre, respondió que lo que no se vale es que la opulencia quede en un reducido espacio privado y la miseria en el sector público.

Fue crítico tanto de la URSS cuando invadió Checoslovaquia y más tarde Afganistán, como fue crítico del gobierno Norte americano por la guerra de Vietnam, Afirmando con toda contundencia que ninguna democracia puede ser bienvenida si pretende entrar a sangre y fuego.

Hizo hincapié en que si bien las empresas y servicios públicos no pueden garantizar la mayor eficiencia queda en los electores la posibilidad de mejorar sus condiciones eligiendo bien los recursos y a quienes las administran, mientras en el sector privado la eficiencia se mide por la ganancia del inversionista.

Pero lo mataron el 28 de febrero de 1986 saliendo del cine sin guardia alguno y caminando hacia el metro con su esposa.

La razón por la que hoy Olof Palme cobra mayor importancia es que apelo continuamente a que se fijará un espacio sin armas nucleares que diera certidumbre tanto al Este como al Oeste de Europa.

Hoy lo que más mencionan los analistas  es la ausencia de liderazgos políticos de Europa, los Socialdemócratas han ido recuperando gobiernos retomando el Estado de bienestar social , peo no deja de percibirse que en su mundo de tantos derechos, el derecho a la información se perdió cuando aceptaron censurar los medios de comunicación  de la Federación Rusa, y no es que los derechos humanos los represente Putin, los medios occidentales mencionan  las misteriosas muertes de sus adversarios políticos,  pero ahora que vemos una prensa tan manipulada por redes sociales privadas, la verdad es que no sabemos que creer.

Poco Muy poco supimos de lo que sucedía en Dombass, hasta que se habló de la invasión rusa. Poco muy poco hizo la ONU por terminar la guerra en Vietnam y a los norteamericanos no los vetaron de eventos deportivos y culturales, poco sino es que nada se ha hecho por detener la situación de palestina, la ONU no ha cumplido con el compromiso de hacer una elección para conocer la voluntad de la República Árabe Saharahui Democrática al propósito de quedarse con su territorio de parte de Marruecos.

En estos momentos se cuentan 16 guerras en el orbe según dijo Alfredo Jalife en una entrevista y poco o nada sabemos de ellas, porque todo se concentra en la guerra que a un sector económico le interesa y es muy triste ver que aquellos que lucharon por retomar los derechos sociales, en vez de funcionar como mediadores en este conflicto tomen partido inclinándose por fingir derechos más que por hacerlos valer.

René Cervera Galán

Compositor y autor del libro Entre el puño y la rosa (visión de La Socialdemocracia), así como de In memorian Olof Palme, La democracia es una fiesta y Antojos literarios. Ex representante del Partido Humanista en el IECM y conductor del programa La Orquesta Filosófica [email protected] En Tempo, publica artículos de análisis político en la sección “Entre espejos y ventanas”.