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Por Santiago López Acosta

@LpezSantiago

El próximo domingo 5 de junio estarán en juego 436 cargos, 6 gubernaturas (en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas), 39 ayuntamientos, 39 sindicaturas y 327 regidurías (en Durango) y 25 diputaciones locales (en Quintana Roo).

Las encuestas preliminares que se publicaron a principios de año marcaban una tendencia favorable hacia los candidatos(a) de Morena en 5 casos, mientras que el PAN mantendría Aguascalientes. Con la definición de coaliciones y las candidaturas esto se modificó parcialmente, pues se advirtió que la oposición tendría que participar unida para enfrentar con posibilidades competitivas a los candidatos de Morena y sus aliados.

En los estados donde el PAN, el PRI y el PRD no pudieron o no quisieron integrar la coalición, como fue el caso de Oaxaca y Quintana Roo, sus posibilidades de triunfo parecen muy remotas, de acuerdo con prácticamente todas encuestas publicadas, que dan como ganadores al candidato y candidata, respectivamente, de Morena con márgenes muy amplios.

En Hidalgo, donde la coalición opositora, en ese caso encabezada por el PRI, a través de su secretaria general como candidata, Carolina Viggiano, parece que no levantó lo suficiente y todo indica que el senador Julio Menchaca podría ganar con cierta holgura.

En Tamaulipas, donde se vaticinaba una fuerte competencia, y con toda la guerra de acusaciones y denuncias de financiamiento ilícito e involucramiento de la delincuencia organizada, aparentemente pespunta el también senador Américo Villareal, de Morena y aliados.

Como decíamos, Aguascalientes es la entidad donde con claridad aventaja la candidata opositora, Teresa Jiménez, cuadro importante del PAN, formando parte de la región del bajío donde este partido se ha mantenido fortalecido y podría ser su única victoria.

En Durango tendremos la elección más competida de la temporada, donde el candidato del PRI, PAN Y PRD, Esteban Villegas tiene ligera ventaja de unos cuantos puntos porcentuales, sobre la candidata de Morena y aliados, Marina Vitela, y considerando los márgenes de error de las encuestas, estamos hablando prácticamente de un empate técnico, cuyo resultado es incierto.

El poder presidencial y su partido salieron fortalecidos de la consulta de revocación de mandato del 10 de abril pasado, a pesar de la escasa participación, pero con el aparato de propaganda y publicidad del oficialismo, lo capitalizaron políticamente, en la estrategia de campaña permanente que han instrumentado, prácticamente desde el inicio del régimen. Misma que no ha podio contrarrestar o neutralizar la oposición, ni con todas las reiteradas críticas sobre la gestión del gobierno, de la mayor parte de la comentocracia pública.

Desde ahora se advierte que el partido mayoritario y sus aliados, el PT y el PVEM, seguirá incrementando su poder regional a través de más gubernaturas, ya que en los estados en disputa el próximo domingo, donde no gobierna ninguno, probablemente ganará cuatro de las seis en juego.

Las oposiciones se están jugando cartas fundamentales para poder ser competitivos en 2024, pues de no lograr triunfos y mantener posiciones, podrían estarse marginando desde ahora. El PAN gobierna en cuatro, Aguascalientes, Durango, Tamaulipas y Quintana Roo, se ve competitivo en las tres primeras. El PRI lo hace en las dos restantes, Hidalgo y Oaxaca, y solo en la primera entidad dará cierta pelea electoral; si pierde en las dos, solo le quedarían Coahuila y Estado de México.

El próximo año de 2023 se dará una pelea encarnizada por Coahuila, pero sobre todo por el Estado de México, por su enorme peso electoral y político, si las pierde el PRI y la oposición, éste se quedaría sin ningún gobierno estatal, y estaría en la situación política más desventajosa de su historia, enfrentando el 2024 un escenario político nacional totalmente adverso, y dejaría de ser el partido como lo conocimos desde el siglo pasado.

El PRD seguirá luchando por la sobrevivencia y Movimiento Ciudadano (MC) probablemente incremente su votación, pero sin posibilidades de lograr triunfos estatales en 2022.

El involucramiento de la delincuencia organizada en los procesos electorales es cada vez mayor y más notoria y en las de este año se han realizado diversas denuncias, que ojalá se atiendan oportuna y eficientemente. En las iniciativas y propuestas de reforma electoral, casi todas plantean medidas para evitar y contrarrestar esa terrible tendencia. Esperemos que los actores políticos sean congruentes con sus dichos en este tema tan delicado.

En términos concretos, el próximo domingo estarán en disputa 6 gubernaturas, además de los ayuntamientos de Durango y el Congreso de Quintana Roo, pero en términos políticos estará en juego como se acomodan ciertas piezas importantes del ajedrez político para la sucesión presidencial y las elecciones generales de 2024.

En las encuestas nacionales publicadas después de las elecciones de 2021, las fuerzas de la coalición gobernante frente a la opositora se advierten muy equilibradas, a dos años de la cita electoral de 2024, faltando la definición de las candidaturas, las campañas y muchas vicisitudes que vendrán, pero los entre 7 y 10 puntos porcentuales que alcanza MC, pueden ser la diferencia para inclinar la balanza, para un lado o para el otro, ya veremos si cambia su estrategia de continuar participando solo, o no, en las próximas contiendas electorales.

Estaremos atentos y revisando lo acontecido en la jornada y los escenarios poselectorales.

 

Santiago López Acosta

Es Doctor en Ciencias Jurídicas, con el grado de suma cum laude por la Universidad de Granada, España. Consejero Electoral del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato desde 2014. Ha sido profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad De Lasalle Bajío, en la Universidad de Estudios Profesionales de Ciencias y Artes, y de la Facultad de Derecho, hoy División de Derecho, Política y Gobierno del Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato. Ha publicado más de 40 ensayos y artículos especializados en publicaciones estatales y nacionales, revistas y libros colectivos, es coautor del libro “Derecho Administrativo del Estado de Guanajuato”, en coautoría con el Dr. Jorge Fernández Ruiz, Editorial Porrúa, México 2008 y coordinador de la obra “Centenario de la Constitución Mexicana de 1917” editada por el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato y el Tribunal de Justicia Administrativa del estado de Guanajuato. Además, ha sido articulista de distintas revistas nacionales y estatales. Profesionalmente se ha desempeñado en diversos cargos dentro de la administración pública federal, estatal y municipal, en la Ciudad de México y en el estado de Guanajuato, en organismos electorales, federal y locales. Ha sido asesor y consultor en materia jurídica, política y de la administración pública.