Por Salvador López Santiago
@sls1103
El próximo año tendremos la elección más grande y compleja de la historia del México contemporáneo. Se elegirán más 20 mil cargos de elección popular, sobresaliendo la elección presidencial, la integración del Congreso de la Unión y la renovación de 9 gubernaturas. En relación con las últimas, sin duda, Veracruz merece especial atención por sus más de 8 millones de habitantes, pero también por la trascendencia que tiene en la configuración del mapa electoral de nuestro país.
El pasado 16 de octubre, con el propósito de poder contender en la elección de Veracruz y así convertirse en la primera gobernadora de la entidad, la Ingeniera Rocío Nahle García presentó su renuncia como titular de la Secretaría de Energía. Es cierto que todos los perfiles que serán incluidos en la encuesta para elegir a la o el coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación tienen suficientes méritos para ser considerados, pero es público y notorio que la mejor opción es Nahle García.
Rocío Nahle llega muy fuerte con la bandera del deber cumplido que otorga haber logrado la hazaña de construir la refinería de Dos Bocas, Tabasco en cinco años. Derivado de ello, en días recientes el presidente de México, la definió como una funcionaria de primer nivel y “una mujer excepcional”. El propio titular del Ejecutivo Federal, al conocer la renuncia, defendió la legitima aspiración de la veracruzana y también calificó de excelente su desempeño al frente de la Secretaría de Energía; y detalló “No tengo más que agradecer a Rocío por su trabajo”.
En la conferencia mañanera del 16 de octubre, el presidente destacó que la refinería de Dos Bocas “ya está produciendo” y aunque “falta proceso de refinación”: “Se hizo en tiempo récord, no hay una obra que se haya hecho en 5 años con el costo que significó”, puntualizó; y nuevamente se refirió al desempeño de la Ingeniera señalando “Rocío Nahle es de primera, tiene MB (Muy Buena) de calificación”.
La capacidad y la sensibilidad política de Rocío Nahle son conocidas por todos. Es una mujer cercana al pueblo que ha recorrido cada rincón de Veracruz, que entiende sus problemáticas y, por supuesto, conoce la ruta para llevar al mejor puerto posible los destinos del estado. Sobran razones para afirmar que esto es así, pero vale la pena mencionar que siempre ha demostrado tener como faro de guía a los principios del movimiento de regeneración nacional, al que ha defendido férreamente mediante los cauces democráticos de morena y del sistema político nacional.
En 2012, cuando no resultó favorecida para contender por un cargo de elección popular, se mantuvo en el movimiento porque tiene claro que existe un fin supremo que esencialmente es buscar el bien común y la felicidad del pueblo. En 2015 (primera elección de morena como partido), cuando fue electa diputada federal por Veracruz, formó parte de la bancada histórica de morena en la LXIII Legislatura de la Cámara baja compuesta por 50 integrantes, entre ellos Alejandro Armenta Mier, Virgilio Dante Caballero Pedraza, García Jiménez Cuitláhuac, Delfina Gómez Álvarez y Carlos Lomelí Bolaños.
En 2018, al lado de la Maestra Gloria Sánchez Hernández (figura incuestionable y voz de la conciencia de la izquierda en Veracruz), conformó una fórmula al Senado de la República formidable que destacó en la victoria del pueblo del 1º de julio de 2018 al ser elegida por mayoría a la Cámara Alta, por un millón 820 mil veracruzanos, equivalentes a 48 por ciento, cifra notablemente superior a su más cercano competidor, el panista Juan Remetería, quien obtuvo un millón 266 mil sufragios.
En el primer gobierno de izquierda en México, ha formado parte del primer Gabinete paritario con un papel excepcional que cumplió con lo prometido en el ramo de encargo: recuperar la soberanía energética de México y hacer de este sector, palanca de desarrollo nacional. Rocío Nahle tiene a Veracruz como destino, le ha cumplido al pueblo mexicano y al pueblo veracruzano, y el 30 de octubre cuando sea elegida como coordinadora, llevará a morena a la victoria electoral.
