Por Salvador López Santiago
@sls1103
El 29 de noviembre de 2018, la Maestra Gloria Sánchez Hernández rindió protesta como Senadora de la República por el estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. Particularmente, considero que este hecho no debe pasar inadvertido por el movimiento que abandera en tierras veracruzanas porque el triunfo electoral que se alcanzó en 2018, en gran medida, es consecuencia de las aportaciones y convicciones de actores sociales como la Maestra Gloria, cuyo despertar político se dio en el movimiento estudiantil de 1968.
Como ha sido a lo largo de su trayectoria, en su paso por la Cámara Alta la congruencia, el humanismo y la integridad son el sello de distinción del quehacer legislativo que desempeña en favor de su estado y del proyecto de nación que fue respaldado por más de 30 millones de votos a nivel nacional y que ha sido favorecido ampliamente en las urnas en los procesos electorales subsecuentes, tendencia que se mantiene y que hace muy asequible la continuidad del movimiento en la presidencia, el Congreso y, desde luego, en la entidad con la Ingeniera Rocío Nahle García (su compañera de fórmula al Senado en 2018).
Es un honor estar con la mejor y para mí, la mejor es la Maestra Gloria Sánchez Hernández. Es la mejor por su capacidad política, pero también por su sentido social y porque ha recorrido el territorio como pocas personas, cuenta con una base teórica que solo tienen los grandes políticos, e insisto, tiene un humanismo auténtico. Me consta que es una extraordinaria líder y además soy testigo de que sabe honrar a la amistad y a la familia con letras mayúsculas, en todo momento y en todos los lugares.
En estos cinco años he tenido la fortuna de caminar a su lado y de aprender con su ejemplo de congruencia lo que representa la izquierda, lo que implica una lucha social que no debe perder su rumbo y lo importante que es la solidaridad en la vida pública y en todos los ámbitos, comenzando por nosotros mismos. Siempre me he considerado pragmático, pero en los últimos años, al apreciar la realidad social desde la visión del Hebertismo que promueve y profesa mi Maestra, paulatinamente fue inevitable identificarse con esa corriente de pensamiento político que se construyó con valentía en las calles, con el pueblo y con el genuino deseo de mejorar las cosas.
En lo personal, me parece ocioso y en algunos casos, hasta oportunista querer afirmar que la victoria del pueblo del 2018 emana de una u otra corriente ideológica en específico. Ya va siendo hora de que prevalezca el consenso de que es un triunfo de todas y de todos, de mexicanos de este tiempo y de otras generaciones, donde incluso, muchos no pudieron ver la consumación de una lucha pacífica que permitió la transición del poder a través de las urnas y sin que hubiese violencia. Si algo nos enseñó el Ingeniero Heberto Castillo es que el protagonismo no encuadra en la ecuación de la transformación, basta recordar gestos con enorme altura de miras como su declinación presidencial en 1988 y la unificación de izquierdas que articuló, así como su permanente determinación de poner por delante la situación del país y no su posición particular de liderazgo.
No soy político, pero si acaso tuviera la oportunidad de ayudar a mejorar mi comunidad, mi municipio, mi estado y mi país, sin ningún titubeo debo decir que mi camino en la vida pública sería —como es en lo personal— el trazado por el sendero de la verdad, la pluralidad y la eficiencia con sentido social. A cinco años de la toma de protesta de la Senadora Gloria Sánchez Hernández, con orgullo puedo decir que en este tiempo he construido valiosos recuerdos y fuertes pilares formativos con mi Maestra y con la aspiración de ser un buen discípulo, cada enseñanza recibida la he incorporado a mi desarrollo profesional y comportamiento personal sin requerir de reflectores ni elogios para hacer lo que considero correcto.
La Senadora Gloria Sánchez Hernández le ha dado mucho a Veracruz y a México, por eso reitero que su papel en el Congreso de la Unión no puede pasar inadvertido. Desde hace cinco años forma parte del grupo de legisladores que son la voz de la conciencia en el Grupo Parlamentario de morena en el Senado, pero su camino viene de varias décadas atrás en su función docente, como líder social, diputada, servidora pública y candidata a la gubernatura de Veracruz, enfrentando a las cúpulas del poder autoritario que representaba el PRI hegemónico. La Maestra Gloria Sánchez Hernández es ejemplo vivo de lucha y congruencia, y en mi opinión, el mejor tributo que le podemos ofrecer es hacer propios sus valores y principios, con la certeza de que la justicia siempre llega, aunque a veces tarda.