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Por Javier Santiago Castillo

@jsc_santiago

A cinco semanas del triunfo electoral de Claudia Sheinbaum la realidad ha confirmado o refutado algunos asuntos planteados con anterioridad, pero también existen novedades.

El tema económico se ha convertido en el centro de las definiciones políticas. El super peso quedó como un recuerdo, pero se logró contener su caída. Aunque las presiones cambiarias no dejarán de ser un mecanismo de coacción de los grandes centros financieros internacionales. La operación política desplegada por Sheinbaum ante el Banco Mundial el FMI, la OCDE y BlackRock tranquilizó, así sea transitoriamente, a esos centros financieros.

Ante la derrota de Xóchitl Gálvez, el empresario Claudio X. González en sus declaraciones fue lapidario con los vencedores, pues consideró “…que las posibles irregularidades no se limitaron al día de las elecciones, sino que fueron resultado de lo que describió como “abusos de 5 años y medio”, pues “el Presidente y el partido oficialista, Morena, habrían operado una “elección de Estado” de manera ilegal, y a pesar del triunfo de la candidata de Morena y de los candidatos afines, González enfatizó que esto no les otorga legitimidad ni razón”.

Las punzantes afirmaciones del empresario opositor se convirtieron en un reconocimiento de lo difícil que era lograr el triunfo Xóchitl Gálvez y reconoció que México no va a ser Venezuela Nicaragua o Cuba, pero sin arriar el estandarte de guerra contra López Obrador calificando su gobierno como autoritario y débil.

A lo anterior se sumaron las declaraciones de su padre, Claudio X. González Laporte, después de la reunión con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que convirtieron en un puente para construir una nueva relación: “En los hechos, tenemos que ir todos y estar haciendo nuestra parte para que México crezca (…) Ella tiene una gran oportunidad (Claudia) de ser una muy buena presidenta (…) todos tenemos que contribuir a ello”. El significado político de ambas declaraciones no es menor, significan acallar, así sea transitoriamente, lo tambores de guerra contra el gobierno de la futura presidenta, con el fin de aprovechar las oportunidades de inversión impulsadas por el nuevo gobierno.

La culminación de la operación política en materia económica de Sheinbaum se dio en la misma reunión del CCE, donde planteó la reducción del déficit fiscal de más del 5% actual, al 3.5 en 2025, descartó realizar una reforma fiscal y se comprometió a obtener una mayor recaudación por medio de la digitalización del SAT y de las aduanas nacionales y, aunque defendió la reforma al poder judicial manifestó su disposición al diálogo. Los empresarios respondieron disposición a dialogar, pero demandaron seguridad jurídica y se comprometieron a realizar una inversión inicial de 42 mil millones de dólares.

La permanencia de Rogelio Ramírez de la O. en la secretaría de Hacienda sumado a la presentación, el jueves 20, de seis integrantes del futuro gabinete impulsó la apreciación del peso frente al dólar y ganancias en la Bolsa de Valores. El denominador común de esas siete personas es experiencia, mesura y profesionalismo en el desempeño de cargos públicos. El que sólo tomara la palabra Marcelo Ebrard tuvo un significado doble, reconocimiento a su estatura política y un gesto de cortesía política de la presidenta. “En política ni odios ni amores, sólo política”, Porfirio Díaz dixit.

Se ha dado prioridad a la integración del gabinete económico, aunque faltan los nombramientos en las secretarías de Comunicaciones y Transportes y, Energía; además en Pemex y la Comisión Federal de Electricidad que juegan un papel esencial en el proyecto económico gubernamental. El Gabinete de Seguridad tiene una importante relevancia y tiene que ver con los nombramientos en las Secretarías de Gobernación, Defensa Nacional y Marina, además en el Centro Nacional de Inteligencia y la Guardia Nacional.

Ya circula una terna para el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, que se reduce a una dupla, porque un general de división ascendido recientemente, pero que no ha tenido mando operativo tiene menos posibilidades de obtener el cargo. Por experiencia y jerarquía los generales Gabriel García y Ricardo Treviño están mejor posicionados. Aunque la baraja tiene otras veinte cartas, pero en este tema la opinión del presidente López Obrador tendrá un peso singular.

Es evidente que se busca superar la improvisación y se persigue la eficacia. Los actores de los mercados financieros especulan con la paridad monetaria, porque es un mecanismo de presión para el nuevo gobierno para encauzar sus acciones de acuerdo con sus.

Otro aspecto relevante de la presentación de los futuros integrantes del Gabinete es que no se ve cargado de una herencia Lopezobradorista. Habrá que esperar a los otros nombramientos de los trece titulares de las secretarías de Estado faltantes, pero sobre todo de los nombramientos en las subsecretarías, para conocer el grado de influencia del actual presidente. Es en éstas en dónde se encuentra el nervio de la operación de las políticas públicas.

Los roces por espacios de poder al interior de Morena parecen controlados. La virtual designación de Adán Augusto López como coordinador de la bancada en el Senado, de Ricardo Monreal como coordinador del Grupo Parlamentario en la Cámara de Diputados y de Marcelo Ebrard como secretario de Economía salda los compromisos establecidos por el presidente antes de las elecciones con las corcholatas. Todo indica que Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco quedarán al margen del Gabinete presidencial. Lo cual confirmaría la estrategia de que a los aliados sólo se les otorgan cargos parlamentarios, pero quedan fuera de la administración pública.

Javier Santiago Castillo

Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, con mención honorífica por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Candidato a Doctor en Ciencia Política en la misma institución. Es profesor titular “C” tiempo completo de la UAM-I, actuó en los 80's como coordinador nacional de capacitación electoral del Partido Mexicano Socialista; y representante de casilla del Partido Mexicano de los Trabajadores, de cuyo Comité Nacional formó parte. En los procesos electorales de 1991 y 1994 fue Consejero en el XXXVI Consejo Distrital Electoral del Instituto Federal Electoral en el D.F; se desempeñó como coordinador de asesores de Consejero Electoral del Consejo General en el Instituto Federal Electoral; representante del IEDF ante el Consejo de Información Pública del Distrito Federal; y Consejero Presidente del Instituto Electoral del Distrito Federal.