Por Javier Santiago Castillo
@jsc_santiago
Lo más publicitado en México de las elecciones en Estados Unidos son las encuestas, que, prácticamente dan un empate entre Kamala Harris y Donald Trump. Aunque desde la perspectiva de los intereses de México son diversos los aspectos que deben ser analizados.
En las últimas décadas las elecciones en Estados Unidos han mostrado las deficiencias del sistema electoral. Dos aspectos han mostrado su debilidad, estos son: el ser cada vez más competitivas y que su sistema electoral indirecto no garantiza el principio esencial de la democracia, de que quien obtiene la mayoría de los votos obtiene el triunfo.
El primer caso icónico fueron las elecciones presidenciales del año 2000, en que el demócrata Al Gore obtuvo la mayoría del voto popular, pero la minoría de los votos electorales. Los republicanos fueron acusados de acciones fraudulentas, sobre todo en el estado de Florida, pero los demócratas acataron la resolución de la Corte Suprema y George Bush fue declarado el ganador.
En las siguientes elecciones presidenciales quienes obtuvieron la mayoría del voto popular también lograron la mayoría de los votos electorales: 2004 George W. Busch (50.73%) y John Kerry (48.27); 2008 Obama (52.93%) y John McCain (45.65): 2012 Obama (51.06%) y Mitt Romney (47.20%).
Fue hasta las elecciones de 2016, que el fenómeno de 2004 se repitió. Donald Trump con menos votos populares (46.15%), pero la mayoría de los votos electorales y Hillary Clinton con la mayoría de la votación popular (48.17) fue derrotada. En 2020 ganó Biden la mayoría de los votos populares (51.38%) y 158 votos electorales más que Trump (46.91%).
Las elecciones altamente competitivas ponen a prueba los sistemas electorales y hacen que afloren todos los defectos e inconsistencias de las democracias realmente existentes. Las encuestas sobre la próxima elección presidencial en Estados Unidos auguran una competencia cerrada.
Trump ha promovido la recaudación de fondos (más de 140 millones de dólares) para alrededor de 150 organizaciones, que sin ser electorales si participen en la vigilancia de la elección y, en caso de perder impugnar el resultado. Además. Se calcula que el Comité Nacional Republicano tendrá 200 mil observadores y trabajadores electorales; por otra parte, se ofrecerán recompensas monetarias a los denunciantes de irregularidades durante la elección.
Con el antecedente del comportamiento de Trump en la elección de 2020, es obvio que está preparando el ambiente para crear confusión en caso de que pierda y presionar para que se le reconozca el triunfo. La ruta está llena de riesgos para la estabilidad política estadounidense y los indicadores macroeconómicos serán sensibles a la turbulencia política.
Es trascendental para México estar atentos a las elecciones de los Estados Unidos, porque independientemente del ganador de la silla presidencial no está garantizada una relación benéfica para el país. Así mismo es necesario poner atención al equilibrio que se dará en su Congreso.
La relación entre Estados Unidos y México es una de las más complejas y multifacéticas del hemisferio occidental. Los intereses comunes abarcan una variedad de temas que van desde la economía, el comercio, la seguridad y la migración y muchos más.
También, siempre han existido diferencias, pero la llegada al poder de la 4T y su capacidad para modificar la Constitución con los objetivos de desplazar a la antigua clase política en el poder y volver a darle vigor a su contenido de economía mixta nacionalista original ha ocasionado que ya salieran a luz diferencias de visión que pueden volverse en presiones diplomáticas, económicas y políticas.
Por eso es relevante conocer las posturas de la candidata y el candidato presidenciales estadounidenses sobre nuestro país. En el tema económico La coincidencia que tienen es que la globalización ha perjudicado a la clase media y generó la desindustrialización; lo que lleva a distanciarse de la Organización Mundial de Comercio, de acuerdos comerciales bilaterales y que China es una amenaza para la hegemonía estadounidense.
Por otra parte, afloran las diferencias, Kamala Harris es partidaria de realizar la revisión acordada del T-MEC, de una política comercial menos proteccionista y de impulsar el desarrollo tecnológico. Trump desea renegociar el T-MEC e incrementar impuestos a la importación de automóviles y el 60% a todos los productos chinos. Hay que poner atención en las diferencias sobre política monetaria.
Por otra parte, el descubrimiento del yacimiento de litio más grande del mundo en Estados Unidos, con un valor calculado en 1.7 billones de dólares, impactará las relaciones económicas globales y el juego geopolítico global.
El problema migratorio es complejo. Durante el gobierno de Biden más de 6 millones trescientos mil migrantes indocumentados han sido interceptados en la frontera; alrededor de 800 mil son mexicanos.
Harris ha defendido atender las causas de la migración, como la pobreza y la violencia, abriendo la posibilidad para los migrantes indocumentados de acceder a la ciudadanía. Trump implementó políticas estrictas como el programa “Remain in México”, que requería a los solicitantes de asilo esperar en México mientras se tramitaba su asilo, promovió la construcción del muro y el despliegue de tropas en la frontera.
El tema de la seguridad es espinoso, ninguno de los dos candidatos reconoce la parte responsabilidad de Estados Unidos como el mayor consumidor de drogas del mundo, en el tráfico de armas y en las redes de macrocriminalidad estadounidenses
Además, ambos han insistido en la relevancia de la seguridad fronteriza. Aunque Harris propone programas de reducción de la demanda de drogas en Estados Unidos. La postura de Trump ha sido agresiva, al punto de amenazar con enviar tropas a combatir a los narcotraficantes en México. Con una postura hipócrita ambas candidaturas hacen responsables del narcotráfico, solamente, a los países productores.
Así mismo, la actitud del gobierno demócrata en la captura del Mayo Zambada, al no proporcionar información al gobierno mexicano, deja ver que fue un operativo de las agencias policíacas estadounidenses, violó acuerdos entre ambos países y transgredió flagrantemente la soberanía de México.
Otro tema relevante es el medio ambiente, que de ninguna manera esta desligado de la economía, porque las tecnologías verdes también son un buen negocio. Pero, indudablemente ambos países comparten a lo largo de una frontera de 3 mil 169 km., a lo que hay que agregarle los límites de las aguas nacionales de cada país. El cambio climático obliga al diseño de estrategias comunes para enfrentar sus desafíos. Por ejemplo, el río Bravo y áreas ecológicas que requieren una gestión coordinada para la conservación del medio ambiente, Iniciativa como el Border 2020 Program buscan mejorar la calidad el aire y del agua en la frontera.
Este breve recuento de temas está lleno de dilemas y problemas en donde existen visiones distintas. La economía, la migración y la seguridad son los temas que son más o menos escabrosos. Revisión o renegociación del T-MEC, migración respetuosa de los derechos humanos, con el establecimiento de programas de trabajo temporal o endurecimiento de las acciones y definición de las responsabilidades y estrategia compartidas para combatir las redes de macrocriminalidad o estrategias disímbolas, como en el caso de la detención del Mayo Zambada.
El tono del diálogo que se establezca con el gobierno estadounidense a partir del resultado de la elección será relevante para acercar o alejar acuerdos consensuados. Trump se ha caracterizado por su retórica dura y a veces insultante hacia México. En tanto Harris ha mantenido un tono más diplomático y ha enfatizado la importancia de la cooperación bilateral.
Cuando Charles de Gaulle fue cuestionado por uno de sus cercanos por la dureza con que, en ocasiones, trataba al primer ministro británico Winston Churchil y al presidente estadounidense Franklin Delano Roosvelt, él respondió que fortaleza de los débiles es la intransigencia. Aunque, pienso que, las dosis de intransigencia deben ser definidas por la necesidad que tiene el más poderoso de las fortalezas del más débil.