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Por René Cervera Galán

El aniversario 80 de la derrota nazi celebrado con un desfile en Moscú, nos puede dar una idea profunda del panorama global; acudieron 27 jefes de Estado, destacando el líder de China, más los mandatarios de Brasil, Venezuela, Cuba, Vietnam, Egipto, Mongolia, y desfilaron 7 repúblicas ex soviéticas, así como representantes militares de Corea del Norte.

Mientras los otros vencedores de los nazis aunque con menor protagonismo que los soviéticos en su momento, intentaron sabotear el festejo,  los países Bálticos negaron permiso en su espacio aéreo  a quienes asistieron este evento,  el llamado mundo occidental  ejerció  un discurso en contra de Putin  a causa de la guerra de Ucrania, descalificando la muerte de civiles en esa región e ignorando la muerte de civiles en gaza  y solo asistieron a la conmemoración  los gobernante de Eslovaquia, y Serbia de parte de Europa.

Como se puede notar hay dos bloques políticos con distintas concepciones del sentido de la democracia, los primeros ajenos a la democracia liberal y los segundos que se afanan de representar los valores democráticos de occidente, pero llenos de incongruencias.

La democracia es la búsqueda de una convivencia justa entre la ciudadanía local y las naciones del planeta, en el entendido de que toda cultura que respeta a las otras es respetable.

Aunque la Federación Rusa oficialmente dejo de ser representante del sentimiento marxista, sigue teniendo lazos muy fuertes con quienes son gobernantes con un solo partido político o bajo sospecha de no ser muy respetuosos del mandato de las urnas o al menos de eso acusan al mandatario de Venezuela y a excepción de Brasil, los otros asistentes no tienen fama de tener urnas en sus decisiones políticas o de respetar cabalmente los resultados electorales.

Si en un acto de reflexión concluimos que en donde manda el capital no gobiernan los electores, que en un modelo económico en donde se le da más a quien más tiene no hay un gobierno del pueblo para el pueblo, que los pueblos de Europa han perdido soberanía obedeciendo de mayor manera al interés de los Estados Unidos de Norte América que al de sus ciudadanos, al grado de ejercer cantidad de sanciones contra Rusia que se convirtieron en lo que ellos llaman tiros al pie ,  su democracia tiene una fuerte contradicción.

Al cortar el consumo del gas Ruso y dañar el gasoducto que proveía a Europa, solitos se subieron el costo del energético que hoy les surte Estados Unidos de Norte américa mucho más caro, o que al consumir el mismo gas Ruso, que ahora llega por conducto de la India también se les ha encarecido y solitos se perjudicaron.

Con el retorno de Donald Trump al escenario político ahora más envalentonado por que ganó la diputación, el senado, y ya tenía influencia en el poder judicial; con su política de aranceles ha impulsado un fuerte cuestionamiento ¿La globalidad funciona? ¿El principio del mercado libre es eficiente en su distribución de bienes? ¿La vida es más digna bajo un Estado hegemónico?

Poner a EUA como ejemplo democrático ha sido un error, si la democracia es una búsqueda de convivencia justa, con respeto a todas las manifestaciones culturales entonces una entidad que en toda su historia está en conflicto bélico no resulta un ejemplo democrático.

Las naciones como los individuos cuando entran en crisis tienden a la negación. El occidente no ve que ahora tienen que compartir la hegemonía con China y con Rusia, que la tendencia es que otras entidades nacionales se incorporen a las decisiones internacionales. Ojalá entendamos que la democracia no puede imponerse a sangre y fuego y el acceso al conocimiento, a la salud, a la alimentación, al trabajo digno tenga carácter universal.

El avance aun por vía electoral de propuestas autoritarias, abrogarse el derecho de sancionar entidades porque no se disciplinan a lo que parcialmente determine una de las partes, nos puede llevar a una conflagración mundial, en la que no habrá vencedor y en caso de que un sector así se proclame, el hecho de contar con más y mejores armas no significa contar con una mejor oferta para un futuro compartido.

Erradiquemos la idea de una supremacía, contra restemos el enorme poder de las empresas supranacionales. Edifiquemos una globalidad sin paraísos fiscales, hagamos el propósito de que aun en el marco del reconocimiento a la pluralidad colaboremos al bienestar social internacional. Evitemos las dictaduras de las burocracias y del capital.

 

René Cervera Galán

Compositor y autor del libro Entre el puño y la rosa (visión de La Socialdemocracia), así como de In memorian Olof Palme, La democracia es una fiesta y Antojos literarios. Ex representante del Partido Humanista en el IECM y conductor del programa La Orquesta Filosófica recega@yahoo.com En Tempo, publica artículos de análisis político en la sección “Entre espejos y ventanas”.