Por René Cervera G
En 2021, la organización de la consulta de la Revocación de Mandato en México se suspendió temporalmente por el voto mayoritario de seis consejeros del INE, sin embargo, el proceso continuó en cumplimiento de las resoluciones de la SCJN y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por lo que los comicios se realizaron el 10 de abril de 2022.
Este ejercicio tuvo aproximadamente un costo de $3.800.000 000 MN (tres mil ochocientos millones de pesos) y para ser vinculativo estaba condicionado a que votara al menos el 40% del padrón.
El resultado fue que de cada 1000 ciudadanos y ciudadanas 824 se abstuvieron, 11 votaron a favor de la revocación, 162 a favor de que el presidente AMLO continuara y para llegar al 40% faltaron 224 votos. En realidad, no hacía falta este gasto, una mayoría amplia votó a favor del partido del señor presidente en las elecciones del 2021, por lo cual se puede leer como una aprobación de facto.
A quien no le fue tan bien fue a la actual mandataria del país que siendo quien presidía el gobierno en la Ciudad de México, su coalición perdió 9 de las 16 alcaldías en donde gobernó
Aprovecho para hacerle ver a los electores que nuestro modelo político es demasiado presidencialista y si bien esta ley es un avance, lo mejor sería que si el partido político de quien preside el gobierno, ya sea local o federal, si no cuenta con mayoría absoluta después de un proceso intermedio, sean los partidos quienes se pongan de acuerdo en escoger quien gobierna con el consenso mayoritario, y solo en caso de que quien preside el gobierno quede en minoría y no se consiga un acuerdo se realice el llamado a la revocación del mandato.

Sale a la memoria este evento porque en septiembre de este año se dio a conocer la demanda que originalmente hizo el representante de MORENA a quienes votaron a favor de que se pospusiera este ejercicio debido a que los recortes presupuestarios dificultaban hacerlo y porque este gasto no estaba contemplado, finalmente reduciendo casillas se logró que saliera la elección, pero a pesar de que ya declinó en su demanda el exrepresentante de MORENA ante el INE, el proceso sigue al parecer por capricho de quien lo releva en la Cámara de Diputados.
Podemos considerar si el presupuesto del INE es muy alto o no, pero lo que es necesario destacar es que la Constitución les da la facultad de votar con criterios técnicos y jurídicos y eso es lo que hicieron y para eso se les paga.
Recientemente la Secretaria de gobernación declaró que el gobierno no busca controlar los órganos electorales, pero una demanda de este carácter inhibe la libertad del consejo electoral ya que con este antecedente tendrán que tomar en cuenta las consecuencias jurídicas de su voto.
Pablo Gómez y Rosa Icela Rodríguez, funcionarios encargados de darle seguimiento al proceso de la Reforma Electoral afirman que sería regresivo que un partido se pueda involucrar en la organizar comicios y estamos de acuerdo, lo cual significa continuar con una institución autónoma con libertad para votar de acuerdo a criterios que fortalezcan la voluntad ciudadana y con criterio de imparcialidad. Y como dice un refrán a explicación no demandada culpabilidad confesada.
Se dice deportivamente hablando que no se puede llevar a cabo el juego si los jugadores no confían en el árbitro, pero en estos casos los principales jugadores son las y los electores que deben confiar que su voto cuenta, si la institución encargada de garantizar procesos limpios tienen como precedente que partidos en el gobierno y Cámara de Diputados pueden demandar si el ejercicio de votar no les convence en automático se da un conflicto de intereses y no por la democracia, sino para atemorizar a quienes repito tienen la facultad de votar en función de un análisis consiente
Entiéndase que una cosa es demandar que se cambie una decisión contemplada como fuera de la legalidad y dejar que el curso prosiga con las autoridades competentes y otra cosa es demandar administrativamente y hasta penalmente a los consejeros y consejeras porque su voto no es lo que esperaban, más como una muestra de poder parcial que de justicia.




