René Cervera Galán
La pregunta que sigue en el aire es entender el fenómeno Donald Trump, personaje con un carisma lejano a lo que entendemos como político, abrupto, sin un extenso vocabulario y con un físico desagradable.
Importante es iniciar haciendo historia, hay quienes hablan del partido demócrata como una entidad de izquierda. Es bueno tener presente que el partido demócrata incitó a invadir México en 1846, es la misma entidad que poco después se opuso a la abolición de la esclavitud. Con el gobierno “demócrata” se inició la muy cuestionada guerra de Vietnam entre otras guerras imperialistas.
Las series de T.V, suelen poner como protagonistas un policía bueno y otro malo para convencer al sospechoso que confiese, pero el televidente sabe que es un juego ya que ambos son iguales, y esto es un reflejo de su política.
El bipartidismo suele convertirse en la misma sopa servida en diferente plato, en México lo comprobamos con el PAN y el PRI, que terminaron en coalición.
La diferencia actual es que los autodenominados demócratas, hicieron suyo un movimiento al que llaman wok (tengo entendido que significa despertar en pasado) una respuesta al machismo, al racismo, identificados con la lucha contra calentamiento global, a favor del LGBT, favorece la migración, pro animalista, y Se oye muy bien, pero como dicen los cristianos para distinguir a los buenos de los malos, por sus frutos los conoceréis.
Las diferencias económicas y sociales son mayores hoy en día, la libertad de expresión más acotada, el autoritarismo más presente, el feminicidio se acrecienta, la violencia se potencializa, la lucha por el petróleo más enjundiosa y las guerras se extienden a tal grado que la posibilidad de una guerra mundial está latente.
La actitud agresiva de los Woks no termina con las injusticias solo cambia a los protagonistas y a los antagonistas y elimina el pensamiento político, ahora para tener un lugar en la sociedad y en las políticas públicas no hay que preguntarse qué propuesta de cómo vivir colectivamente tengo, sino verse al espejo y reclamar un espacio conforme al color de mi piel, o a mi género, o mi gusto sexual.
La lucha actual entre conservadores y Neo liberales, es una división dentro del marco del capitalismo, la inmigración incontrolada de quienes buscan trabajo reduce el poder adquisitivo del salario por la ley de la oferta y la demanda, de la misma manera que los altos salarios de pensionados o de quienes trabajan a distancia con ingresos del primer mundo, producen un fenómeno que se llama “Gentrificación” y genera inflación en los espacios en los que habitan al poder pagar rentas que están fuera del alcance de la población local.
Un fenómeno de contradicción es el de la política de género, cabe decir que al feminismo se le respeta en cuanto tienen razón, no hay democracia si al menos la mitad del mundo es marginada, pero no se le debe temer, participar de condiciones de paridad es democracia, forzar a que resultado sea paritario es antidemocrático.
Se dice que la intención de políticas de género es favorecer a la mujer, pero cuando las madres solteras obtienen una prestación por esta causa, en realidad el beneficiado es el macho que la preño.
Similar es la situación del derecho al aborto, dicen que son dueñas de su cuerpo, cabe decir que el Estado al legalizarlo no protege el cuerpo de la mujer, al menos que el embarazo ponga en peligro su vida, el Estado protege la voluntad y si una vez analizada las consecuencias de tener un o una hija decides no tenerlo la mujer está en su derecho, pero sinceramente el beneficiado al ser atención gratuita es quien la fecundó.
Al escuchar y leer a diferentes analistas sobre lo que dio lugar al contundente triunfo de Trump, a su entender resulta ser el cansancio que ha causado es el movimiento wok.
El número de habitantes en ese país que se han quedado sin casa crece, el poder adquisitivo del salario baja, la violencia criminal aumenta y la manera en la que el partido demócrata ha tratado la guerra de Ucrania es tan imprudente que cada vez estamos más cerca de una tercera guerra mundial.
Trump ejemplifica la superficialidad de la derecha conservadora, no es precisamente una propuesta de izquierda, pero para los electores de su país es la respuesta a la hipocresía de quienes se jactan de ser progresistas con resultados muy adversos. Se dice que hay una lucha por la inclusión, pero eso no ha significado integración, armonía y mucho menos paz con justicia.