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Por Salvador López Santiago

@sls1103

Ser de La Paz, Estado de México es otra forma de entender la vida que solamente podemos describir quienes aquí crecimos, vivimos y queremos permanecer, así como las personas que han ido llegando y han encontrado un espacio de identidad. En lo particular, debo decir que aquí he construido la mayor parte de los mejores recuerdos de mi vida, al lado de mi extraordinaria familia, pero también con valiosas amistades que año con año se refrendan y se fortalecen sobre la base de la reciprocidad (más las que se van sumando). Para poner en perspectiva el arraigo e identidad que tengo con La Paz, quiero expresar el orgullo pacense desde la emotividad, desde el anhelo y desde la convicción.

Desde la emotividad, pareciera que no hay atributos que hagan resaltar al municipio y que es un lugar como muchos otros en el Estado de México y en el territorio nacional. No obstante, en mi visión y en la hoja de vida de tantas personas que como yo se han desarrollado aquí, La Paz tiene un toque especial y casi mágico, porque en medio de lo cotidiano —rayando en lo común—, muchos de nosotros hemos abandonado el confort para estudiar en las mejores escuelas, trabajar en espacios de alta demanda y competir con los más preparados en cualquier área, la mayoría de las veces, después de un trayecto de un par de horas. No son pocos los que se van a la primera oportunidad, pero somos más quienes pensamos que es bueno vivir en donde está nuestro sentido de pertenencia.

Desde el anhelo, ese cariño con el municipio no me nubla y soy consciente de las problemáticas que enfrentamos. Hemos tenido alternancias en el gobierno municipal, hemos tenido diputados de diferentes fuerzas políticas y aunque algunos de esos representantes populares se han desempeñado con cierto decoro, la mayoría de ellos le ha quedado a deber a los habitantes del municipio. Sin embargo, aquí vale pena hacer una pausa para decir que la Profesora Martha Guerrero Sánchez en los primeros cuatro meses de gobierno ha demostrado toda la experiencia adquirida en el Senado de la República y como dirigente estatal de Morena, se podrá cuestionar la eficacia de más de una dirección o área, pero el liderazgo de la Presidenta Municipal es incuestionable para propios y extraños, para muestra la profesionalización que le ha dado a las Sesiones de Cabildo y, desde luego, la altura de miras que muestra en cada decisión, esa que solo se adquiere cuando has salido de tu municipio y regresado a retribuir con ese conocimiento.

Desde la convicción, ahora más que nunca estoy convencido de que es necesario involucrarnos en los asuntos públicos —a partir de nuestras capacidades, experiencia y afinidades—. A riesgo de caer en un espacio común, las grandes transformaciones comienzan con esfuerzos individuales y por eso, es propicio reafirmar mi compromiso de ser un digno embajador del municipio en todas partes, en todos los espacios y en todas mis actividades, colocando mi trayectoria profesional, formación académica y convicciones al servicio de la nueva etapa que estamos viviendo en La Paz.

También lo he dicho y lo diré mil veces y si acaso se requiere, otras mil veces más y así sucesivamente, en La Paz no podemos, no sabemos y no queremos aprender a rendirnos: los pacenses de bien nunca nos damos por vencidos y luchamos por lo que queremos, incluso con todo en contra y así será en el Segundo Piso de la Cuarta Transformación con el liderazgo y visión de la Presidenta Martha Guerrero Sánchez.

Salvador López Santiago

Es Licenciado en Derecho por la UNAM, Maestro en Ciencia Política por la UPAEP, Maestro en Derecho Electoral por la EJE del TEPJF y cuenta con estudios de posgrado en Derecho Parlamentario en la UAEMéx. Fue Consejero Electoral Distrital en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los Procesos Electorales Federales 2011-2012 y 2014-2015, respectivamente. Asimismo, se ha desempeñado como asesor legislativo en el Senado de la República en la LXII, LXIII, la LXIV y la LXV Legislatura. Desde enero de 2020 es director editorial en Tempo, Política Constante.