Aldo Francisco López Velázquez
@aldoflopez
Siempre he escuchado que ser jóvenes es sinónimo de ser “naturalmente izquierdista” (lo que quiera que eso signifique) o de tener reacciones antes las situaciones sociales que afectan al país. Sin embargo, en estos días se han estigmatizado que, de acuerdo con el año de nacimiento, existen diferentes maneras de ver al mundo: millenians, xenniall, generación Y, y muchas otras etiquetas que solo abundan a estereotipos frágiles y engañosos.
Las redes sociales han cambiado la manera de interactuar, compartir ideas y de informarnos. Es ahí donde la estrategia política se ha enfocado, a captar la atención de aquel sector poblacional que votará por primera vez en este 2018. De acuerdo con el diario electrónico Huffpost, cerca de 34 millones de votantes potenciales son personas de menos de 34 años en México[i].
Aquellos añorados tiempos, para algunas personas, en que los spots políticos solo eran criticas sin sentido, han cambiado a ser solo videos musicales con música pegajosa. Ahora, los mensajes se encuentran en redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea, algo más cercano a las y los jóvenes y que puede ser compartida con solo apretar un botón.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su Informe sobre Perspectivas Económicas de América Latina 2017: Juventud, Competencias y Emprendimiento, la proporción de jóvenes mexicanas/os que expresan confianza en la transparencia de los resultados electorales (29%) es menor que las de adultos y que el promedio en LAC (36%). [ii]
Por lo que le propongo detenernos un momento a reflexionar, ¿cuántos de estos videos o fotos que ha compartido, llevan consigo una propuesta política para el desarrollo de las y los jóvenes? Una, tres, ¿alguna?
No vayamos más lejos, ¿cuántos espacios críticos de jóvenes existen en los medios tradicionales o en los electrónicos?
Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas ha expresado que la juventud frecuentemente participa en procesos informales, como activismo o compromiso cívico, pero no se encuentra formalmente representada en las instituciones políticas nacionales como el parlamento y muchos de ellos no participan en las elecciones, que puede tener impacto en la calidad de la gobernabilidad democrática.
Entonces, ¿la juventud es la eterna olvidada en las propuestas de desarrollo, o simplemente no se encuentra interesada en participar en la política?
La fecha está cada día más cercana. Los ánimos “electoreros” son cada vez más intensos. “Pre” propuestas vienen y van como los frentes fríos. Amable lectora y lector, les reto a encontrar una propuesta para el desarrollo humano, integral y sostenible de las y los jóvenes en México, ¿la encontrará?
Nos saludamos a la próxima.
[i] http://www.huffingtonpost.com.mx/2018/02/05/el-voto-millenial-podria-definir-al-proximo-presidente-de-mexico_a_23351544/)
[ii] https://www.oecd.org/dev/americas/E-book_LEO2017_SP.pdf