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ALEIDA ALARCÓN

aleidaad@outlook.com

@ALEIDAAD

 

 

Los ciudadanos hoy nos preguntamos qué sucederá con la Ley de Seguridad Interior que se aprobó en las Cámaras del Senado y Diputados, en referencia a la presencia y trabajo que hacen efectivos de las fuerzas armadas de México en las calles, ¿Militarizar el País?…

No es más que un marco jurídico que respalda la presencia que tienen soldados en las calles que hacen recorridos desde el año 2006, y es aquí donde me gusta estudiar y analizar que nuestro país, nuestra clase política, nuestros gobernantes y líderes; porque somos los ciudadanos, los que empoderamos a todos los personajes que están en el servicio publico y en los puestos de elección que los llevamos hacia este escenario, porque somos los ciudadanos los que dejamos que la corrupción se incremente por no vigilar el uso y aplicación de los recursos públicos a través de exigir la rendición de cuentas.

Vuelvo al tema de la Seguridad Interior y es que México hoy esta en niveles impensables de violencia, somos ya una estado de excepción en donde las fuerzas armadas han tomado las riendas de la seguridad pública, debido a la ineficiencia y al inoperante resultado que debieran producir las policías municipales y estatales a lo largo y ancho del país; la seguridad publica debe ser atendida por la fuerza policial, sien embargo ante la situación de la no acreditación, la falta de funcionalidad de todos los cuerpos de policía hoy las fuerzas armadas hacen este ejercicio sin ningún garante de programa rector, porque nos son adiestrados para prevenir, perseguir, castigar y sancionar el delito.  Por ello choca con el mandato internacional de respectar irrestrictamente los derechos humanos.

Y es que hablar de la prevención social del delito, es informarnos que esta política de gobierno que se cambio de nombre a la prevención social de la violencia y delincuencia en el 2014, nos lleva a observar solo como prevenir que jóvenes, hombres y mujeres generen violencia y delincan; pues va más allá, ya que es un circulo virtuoso que se debe de atender desde cuatro ejes: la prevención social del delito, la policía preventiva y de investigación, la persecución del delito y su castigo y al final la reinserción del individuo que comete un delito, para cerrar este círculo en la composición del tejido social, y si uno de estos componente falla, es trabajo en saco roto de los restantes.

¿Qué le toca a la ciudadanía? Hacer eso, ciudadanía, practicar y no criticar que hemos perdido nuestros valores sociales, familiares, de comunidad; regresemos al respeto de las jerarquías: Papá, Mamá… las formas de convivencia en el respeto y la cortesía, regresar a ser ciudadanos que conviven entre sí y no compiten porque sí.  Hacer uso de nuestra facultad de ser los jefes de aquellos que ponemos en los puestos de gobernantes, ya que son nuestros empleados al ejercer nuestras obligaciones de pago de impuestos, entonces exigir resultados para el bienestar de la comunidad, lo mandatan las leyes cuando toman protesta, ¿o no? ¡Y si no es eficiente, el pueblo que lo demande!

La tendencia mundial en el tema de seguridad, es llamarla seguridad ciudadana; que significa que nosotros estaremos vigilantes, proactivos y en seguimiento que se realicen los trabajos que tienen como responsabilidad los primeros jefes de las policías, que son los alcaldes, los gobernadores y el presidente del país.

La Ley Seguridad Interior se genero por la deficiencia y la falta de compromisos cumplidos en la profesionalización de las policías, como otras leyes que se han generado por la ineficiencia del sistema de gobierno, como la de Anticorrupción, la ley de transparencia, entre otras.

 

 

Aleida Alarcón

Maestra en ciencia política y Feminista. Sembradora de conocimiento para inspirar a una ciudadanía honorable, libre con diálogos incluyentes. Consultora especialista en seguridad, creadora y administradora de organizaciones libres de violencia. Activista por la seguridad ciudadana y la promoción del conocimiento como herramienta empoderadora. Orgullosamente mexicana y ciudadana del mundo, con la historia nacional entre las venas y las letras. Saludando siempre con una FELIZ TAZA DE CAFÉ