No hubo aplanadora, pero sí un claro ganador
Editorial
@tempomxcom
A seis meses del inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el domingo 2 de junio celebramos las primeras elecciones con Morena en la Presidencia de la República. Los resultados del PREP nos dan cifras oficiales, pero no definitivas, recordemos que faltan los cómputos correspondientes, de los cuales se obtendrán los resultados que determinarán a las y los ganadores de las distintas elecciones. Si bien es cierto que la declaración de validez se dará una vez que hayan sido resueltos todos los juicios de inconformidad, también lo es que la preferencia electoral muestra resultados irreversibles, sobre todo en las gubernaturas.
Recapitulemos, las entidades federativas en las que hubo elecciones son: Aguascalientes, 11 ayuntamientos; Baja California, 1 gubernatura, 17 diputaciones de mayoría relativa, 8 diputaciones de representación proporcional y 5 ayuntamientos; Durango, 39 ayuntamientos; Quintana Roo, 15 diputaciones de mayoría relativa y 10 diputaciones de representación proporcional; Tamaulipas, 22 diputaciones de mayoría relativa y 14 diputaciones de representación proporcional; y en Puebla, 1 gubernatura y 5 ayuntamientos.
La pregunta obligada es ¿quiénes fueron los grandes ganadores y quiénes los grandes perdedores? Un indicador muy claro es que abanderados por la Coalición Juntos Haremos Historia, Miguel Barbosa será el nuevo gobernador de Puebla y Jaime Bonilla de Baja California (en esta entidad, Morena arrasó también en municipios y diputaciones). El PAN queda en segundo lugar en las dos elecciones para gobernador (el PRI ni siquiera estuvo cerca del primero y segundo lugar). En Durango, el PAN alcanza 18 municipios (2 solo y 16 en coalición con el PRD), el PRI 16 y Morena 2.
No obstante, Acción Nacional gana prácticamente todo el territorio de Tamaulipas y en Aguascalientes, con casi el 90% de actas contabilizadas del PREP, se lleva 5 municipios y el PVEM 2, mientras que PRI, PRD, PT y Morena, 1 cada instituto político. De esta manera, es el único partido que avanza y adquiere victorias además de Morena (pero pierde dos gubernaturas).
En 2017, de las 32 entidades federativas: 14 eran gobernadas por el PRI, 12 por el PAN, 4 por el PRD, 1 por el PVEM y 1 por independiente. Después de la elección histórica del 1º de julio de 2018, el PRI quedó con 12, PAN 12, PRD 1, MC 1, independiente 1 y Morena 5. A la espera de que se oficialicen los resultados que parecen prácticamente irreversibles, el PRI se mantiene con 12 (las dos en disputa eran panistas y en ambas quedó marcadamente rezagado respecto a PAN y Morena), PAN queda con 10, PRD 1, MC 1, independiente 1 y Morena 7.
A diferencia de lo ocurrido el 1º de julio de 2018, la Coalición Juntos Haremos Historia no pasó como aplanadora ante las demás opciones políticas, pero igual que en el proceso electoral anterior, Morena fue el claro vencedor al ser favorecido con la confianza de la ciudadanía en el mayor número de encargos de elección popular. En el lado opuesto, los grandes perdedores fueron el PRD y nuevamente el PRI, uno en franco declive y cerca a su desaparición; y el segundo en pleno proceso de reconstrucción.
El PAN tuvo una jornada electoral de marcados contrastes. Perdió Baja California, donde gobernaba desde 1989 y también fue desplazado en Puebla, entidad que fue uno de sus bastiones más importantes desde 2011. Pero al mismo tiempo, fue el partido que representó mayor competencia para Morena.
Desafortunadamente, otro gran vencedor en la jornada del domingo fue el abstencionismo. El presidente del INE, Dr. Lorenzo Córdova ha declarado que solo entre el 30 y el 40% del total de los inscritos en el padrón electoral hicieron efectivo su voto, cifra que impone deja de manifiesto apatía y un gran desafío hacia la construcción de un sistema democrático más fuerte que se base en la legitimidad obtenida a través de la participación de la ciudadanía.