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Por René Cervera Galán

Hubo una vez hace, ya algunos muchos años, que me pidieron de parte del Instituto Nacional Indigenista, producir un programa especial de radio para un grupo reducido de habitantes que transitaban entre Sinaloa y Sonora. El tema es que este grupo, por varias generaciones vivió de la recolección y la caza en un espacio natural.

De pronto los acorralaron, los agredieron y los encerraban porque circulaban en tierras privadas. No cabía en su concepción la idea de que lo divino, lo que fue dado para todos, sea de alguien. Nos pidieron que se grabara un programa en su lengua para que las generaciones actuales en su momento conocieran su sacrificio para recuperar el espacio en el que por tanto tiempo durmieron y se alimentaron.

Mi generación sintió algo similar, empezamos a vivir una fase del capitalismo al que se le conoce como NEO LIBERALISMO. De pronto sentimos el riesgo de mirar la luna ya que corríamos el peligro de tener que pagar por contemplarla ya que posiblemente alguien, un alguien poderoso, la haya comprado. Los neo liberales vendieron la idea de que la modernidad es salvaje y el capitalismo es el modelo que hace felices a todos, menos a las grandes mayorías.

El petróleo, la electricidad, el acero, la plata, el aire, nuestra cultura, la tierra y el producto de nuestro trabajo es de alguien, tal vez de algunos. La casa que habitamos para la mayoría es de alguien que nos permite vivir en ella si le pagamos lo que exige y comemos si pagamos lo que nos piden. El asunto estaría compensado si a nosotros nos pagaran lo que pedimos al trabajar, pero casi nunca es así.

Cuando el acero, el petróleo, la electricidad, la telefónica, la plata era del Estado tampoco fue nuestro dirán algunos, también fue de otros y en parte tienen razón, se administraron nuestros bienes como si fueran suyos, pero mientras fueran de todos, los podíamos heredar y mejorar su uso, porque estaba en nuestra competencia, si es privada la facultad es de ellos (de algunos).

En Noruega mi clásico ejemplo el petróleo es 70% del Estado y el dinero que proviene de ese recurso no se mete a circulación se invierte en la bolsa de valores y lo que de ahí deriva se convierte en una bolsa pública para la infancia, la vejez, el desempleado, la salud, la educación, entre diversos apoyos. No somos noruegos de acuerdo, pero somos tan humanos como cualquiera de este mundo que desea comer, vestir, soñar, un techo que dé certidumbre, aceptar la vejez con tranquilidad, vivir saludablemente, con acceso al conocimiento y con certidumbre de cara al futuro.

Por todos estos motivos voté por Andrés Manuel López Obrador, sin estar convencido de que sea la persona idónea para conducir el país, pero uno vota por lo que está en la boleta electoral y no por lo que uno tiene en la cabeza y era el único que cuestionaba el modelo político y económico. Lo conocí en Villa hermosa, cuando le lleve hace 27 años aproximadamente unos videos que encargó los cuales probaban las ilegalidades que le hicieron cuando fue candidato a gobernador en su Estado y hasta la fecha no los ha pagado. Sin embargo, voté por él y lo peor es que volvería hacerlo si se repiten las circunstancias.

Si vemos quienes son los protagonistas de la política actualmente, notaremos que son los mismos del siglo pasado, nuestros políticos son como las moscas, si los espantan de un lado regresan en otro partido. ¿Cómo es que MORENA pide no traicionar?, si está compuesto por ex militantes del PRI del PRD y algunos del PAN, tiene aliados como el “Partido Verde ecologista” que han sido aliados del PRI y del PAN porque se suman a quien gobierna.

Habrá quien diga que a quienes no hay que traicionar es al pueblo. ¿Los que se afilian a un partido político no son del pueblo? ¿Dónde están los Luis H. Álvarez o Efraín González Morfin del viejo Partido Acción Nacional, o los Reyes Heroles, Isidro Fabela entre otros del PRI? ¿Las vidas ejemplares de Valentín Campa, Demetrio Vallejo o Heberto Castillo Martínez? Entre muchos otros que por cuestión de espacio y memoria no caben en estas páginas.

Parecen remotos aquellos tiempos en que se inventaba un chiste sobre un presidente o alto funcionario, porque hoy para hacernos reír lo que se cuentan son anécdotas o se ven y escuchan discursos en redes sociales.

La idea de que quienes tenían que ocupar los cargos de mayor responsabilidad pública deberían sobre salir por su intelecto y sensibilidad social se desvaneció, ahora hay que bailar, moverse mucho, llamar la atención de cualquier manera para que en las encuestas te mencionen.

¿Qué es lo que da lugar a un ambiente ríspido por una consulta para ver si se revoca al presidente de la república en un proceso que costará miles de millones de pesos, cuando no hay una voz en el aire que pida su renuncia, siendo que al terminar el proceso le faltaran solo algo más de dos años para que de manera normativa se dé su relevo?

¿Cómo es que a los únicos que vimos pedir la firma para que se haga la consulta fue a los miembros o a los empleados del partido del presidente? ¿Por qué hacer una consulta tan costosa, cuando hace solo 6 meses en una elección intermedia ganó el Partido del presidente y sus aliados?

No estoy poniendo al centro si la ley se debe de cumplir, lo que pongo al centro es la incapacidad legislativa para hacer leyes que generen otra actitud, la incapacidad de nuestros legisladores para decir Eureka, porque encontraron algo realmente novedoso y aplicable en nuestra vida política y a pesar de tanto tiempo los que llevan los liderazgos son los mismos con la misma propensión al oportunismo.

René Cervera Galán

Compositor y autor del libro Entre el puño y la rosa (visión de La Socialdemocracia), así como de In memorian Olof Palme, La democracia es una fiesta y Antojos literarios. Ex representante del Partido Humanista en el IECM y conductor del programa La Orquesta Filosófica [email protected] En Tempo, publica artículos de análisis político en la sección “Entre espejos y ventanas”.