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Por Salvador López Santiago

@sls1103

Hoy cumpliría 94 años el Ingeniero Heberto Castillo Martínez, demócrata, científico, académico, periodista, político y líder social con quien la historia nacional sigue en deuda. El 23 de agosto de 1928 es una fecha que no pude ni debe pasar inadvertida en la vida de la República porque ese día ocurrió el natalicio de uno de los más importantes constructores de democracia que ha tenido nuestro país.

El cumpleaños del Maestro, ejemplo e inspiración de tantas generaciones es el espacio ideal para hacer un llamado a reivindicar la dimensión del notable veracruzano. Sería mezquino pretender adjudicar a una sola voz, a una sola corriente ideológica, a una sola persona, el proceso de liberalización que derivó en una serie de reformas y movilizaciones sociales dirigidas a la democratización que en 2018 alcanzó su punto cúspide, pero sería impreciso e incongruente no tener al Ingeniero Heberto Castillo como uno de los principales artífices del triunfo histórico de la izquierda mexicana.

Hace tres años, escribí por primera vez sobre el unificador de las izquierdas. En 2019 compartí el artículo “A 91 años del natalicio de Heberto Castillo”, disponible en el siguiente enlace: <<https://tempomx.com/2019/08/23/a-91-anos-del-natalicio-de-heberto-castillo/>>. Desde entonces, no dejo pasar la oportunidad para referirme a la trayectoria del fundador de partidos políticos como el Partido Mexicano Socialista (PMS), Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), todos en su momento férreas oposiciones al régimen hegemónico y autoritario.

Reconozco que el reto de reivindicar su legado es complejo porque evidentemente la historia oficial no lo registra con objetividad. En lo personal, fue hasta principios de 2019 cuando empecé a conocer más sobre este gran mexicano y lo que representa. Cuando el Ingeniero murió (5 de abril de 1997), yo tenía 11 años y estudiaba la primaria, entonces por supuesto que nunca coincidí con él, pero 21 años más tarde conocí a su máxima discípula y exponente la Maestra Gloria Sánchez Hernández y con las anécdotas que ella me ha compartido me queda claro que el Ingeniero es mucho más que ese momento de congruencia republicana cuando declinó su candidatura presidencial en favor del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en la elección de 1988.

Las experiencias de personas que coincidieron en el camino con el veracruzano universal, así como las obras, biografía y acervo de la memoria del paso por la vida pública que tuvo el Ingeniero Heberto Castillo, son fiel reflejo de una vida extraordinaria dedicada a servir a la patria y en especial a quienes sufren mayor desigualdad. Su deseo de acabar con el abuso de poder, las simulaciones en el sistema político y las asimetrías sociales fue una convicción reconocida por propios y extraños que tuvo entre sus principales elementos a la congruencia, la valentía y a la honestidad. El Ingeniero Heberto Castillo merece más que una mención en un discurso de cierre de campaña, la defensa de los más pobres, los recursos naturales, la soberanía nacional, el Estado de Derecho y la paz social que abanderó, siempre con Constitución en mano, tendrían que estar en el ADN de quienes se profesan como de izquierda.

En estos años he observado al Hebertismo a través de acciones de congruencia que no se deslumbran por el reflector. Hoy sigo aprendiendo de esta forma de enfrentar la vida y me queda claro que en la ecuación son fundamentales la integridad, la congruencia, la valentía y la honestidad, valores que todos deberíamos tener, tanto las personas que hacen política como las que no tenemos esas funciones, así de grande e importante es la bandera del Ingeniero Heberto Castillo.

Salvador López Santiago

Es Licenciado en Derecho por la UNAM, Maestro en Ciencia Política por la UPAEP, Maestro en Derecho Electoral por la EJE del TEPJF y cuenta con estudios de posgrado en Derecho Parlamentario en la UAEMéx. Fue Consejero Electoral Distrital en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los Procesos Electorales Federales 2011-2012 y 2014-2015, respectivamente. Asimismo, se ha desempeñado como asesor legislativo en el Senado de la República en la LXII, LXIII, la LXIV y la LXV Legislatura. Desde enero de 2020 es director editorial en Tempo, Política Constante.