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Por Roberto Carlos Sánchez Téllez

De acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral (INE), en la contienda electoral 2024 el padrón electoral será de aproximadamente 98 millones de votantes y se elegirán 20 mil 367 cargos en todo el país. En la elección más grande que ha tenido México es indispensable establecer que los procesos electorales se han convertido en campos de batalla no solo para candidatos y partidos políticos, sino también una fuerza externa insidiosa que puede socavar la integridad misma de la democracia: la desinformación.

Generalmente la desinformación surge a través noticias falsas, información mal intencionada o maliciosa, sesgos cognitivos y errores humanos o bien por medio de la descontextualización y manipulación de datos. Estos contenidos se publican intencionalmente a través de medios digitales sin ningún tipo de verificación, fuentes de identificación o supervisión editorial. Su propósito es crear un efecto en la opinión pública para apoyar o afectar a las y los candidatos, a un movimiento o alguna propuesta, a partir de información falsa y hechos ficticios.

En el paradigma actual de la información digitalizada y las redes sociales como medio principal de comunicación, la desinformación ha emergido como una herramienta para repercutir en las opiniones de los votantes, manipular la narrativa política y debilitar la credibilidad en las instituciones democráticas. Es importante aprender a diferenciar entre mensajes y noticias verdaderas de los que son falsos, pero también distinguir de los que son verdaderos pero que son creados con la intención de dañar, en lugar de servir al interés público.

El artículo Desinformación Electoral y acciones para combatirla en los procesos electorales del 2024, publicado por la consejera del INE Norma Irene de la Cruz, brinda el siguiente listado de seis herramientas eficaces para combatir la desinformación:

  • Di No a las Cadenas Anónimas: Rechazar rumores y mensajes que promueven odio o violencia política.
  • Información de Fuentes Confiables: Acudir a fuentes oficiales y medios de verificación de hechos reconocidos.
  • Verificación de Autoría: Confirmar quién está detrás de la información recibida.
  • Leer la Noticia Completa: Evitar juicios basados solo en titulares.
  • Fecha de Publicación: Contextualizar la información considerando la temporalidad.
  • Reportar Contenidos Falsos: Contribuye a frenar la propagación de información engañosa.

Este asunto en particular representa un desafío significativo para la integridad de los procesos electorales, ya que pone en juicio la credibilidad, tanto de los candidatos como de las instituciones democráticas, esto a su vez en el peor de los escenarios, podría conllevar a la distorsión en el resultado de las elecciones. Por lo que sería propicio fomentar una cultura en la que la verificación de hechos y el pensamiento crítico sea elemental a la hora de tomar una decisión, claro esto acompañado de alfabetización digital, políticas de transparencia en la publicidad política en línea y la aplicación de sanciones para aquellos que deliberadamente difundan falsa información con el fin de afectar el pensamiento de la sociedad.

La protección de la integridad de los procesos electorales exige un compromiso permanente con la verdad, la transparencia y la participación cívica. Todo esto es posible solo a través de esfuerzos colectivos con los cuales se puede salvaguardar la democracia contra las amenazas de la desinformación y garantizar elecciones libres y justas.

Roberto Carlos Sánchez Téllez

Roberto Carlos Sánchez Téllez estudiante de la Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), plantel Texcoco (generación 2019-2024).