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Por René Cervera Galán

El 2 de junio de 2023, en el salón Goya del Hotel Sevilla Palace a las 17 horas, se dará una conferencia sobre la socialdemocracia, valores y principios de un modelo de presente y futuro.

El Doctor Conny Reuter, el Licenciado Esteban Pailón e Irán Moreno presidirán este evento, el primero es coordinador global de la Alianza Progresista, el segundo es coordinador en América Latina y el tercero es el presidente de la Federación de Estudios políticos, económicos y sociales progresistas.

Esta reunión llega en el momento oportuno para reflexionar sobre el devenir de la opción más exitosa en términos de libertades políticas, solidaridad, mejor distribución del ingreso y por lo tanto de justicia social.

Una revisión de los Índices de Desarrollo Humano con ajuste por desigualdad pondrá de nuestro conocimiento que los primeros lugares corresponden a países que han sido gobernados por partidos políticos que coinciden con este pensamiento.

Lamentablemente, el laborismo, el socialismo y la socialdemocracia que conforman la Alianza progresista, en la idea de conformar una vía diferente al comunismo y al capitalismo se acercaron demasiado al capitalismo Neoliberal, un tanto porque se dieron condiciones económicas difíciles y otro tanto mayor a un sentimiento anticomunista.

Pero el comunismo prácticamente dejó de tener un peso en las decisiones del mundo, la guerra fría dejó de ser por cuestiones ideológicas y como siempre continua por objetivos económicos.

Las ideas del neoliberalismo global se están topando con una realidad que demuestra el arribo a una nueva polaridad.

La economía más exitosa dentro de la globalidad es China, sin fingir que vive en una democracia, sin obedecer las indicaciones del Fondo Monetario Internacional y de la casa blanca, indicaciones que se encuentran reunidas en el llamado “Consensum de Washington” que recomiendan o más bien imponen de forma velada condiciones, para invertir y / o hacer préstamos. Que incluyen el desvanecimiento del Estado, salarios reducidos, impuestos casi nulos, inexistencia de aranceles en un marco en el que se dice que la soberanía se comparte, aunque más bien se alinea.

Para el 3 de junio cuando escuchemos la conferencia, Estados Unidos de Norteamérica estará en el techo de endeudamiento o sea en el debo no niego, pero pago no tengo. Alemania reconocida como la máquina de la economía europea estará en recesión y la inflación estará azotando el mundo.

Estaremos en una guerra que nos afecta a todos, una guerra que no comenzó el 24 de febrero de 2020 sino en 2014 con u golpe de Estado apoyado por EUA y una ONU que condena las invasiones solo parcialmente.

Este 3 de junio a las 17 horas, que comienza la conferencia estará preso Julian Assange por hacer pública la hipocresía del mundo occidental.

El mundo se ha polarizado, de un lado está el neoliberalismo globalizado con su discurso, anti estatista, pro migrante, anti racista, preocupado por la exclusión, por lo tanto, feminista a favor de los derechos de las minorías, patrocinado por grandes capitales en donde insistentemente se menciona a George Soros, la fundación Rokefeller y otros muy millonarios y prominentes.

Si le ponemos lupa a estas “buenas intenciones” encontraremos que detrás del anti-estatismo está la intención de evitar el Estado como la entidad que la socialdemocracia encuentra como la responsable de impulsar el bienestar social, que con la migración hay que tener cuidado de que la intención de fondo no sea bajar el salario aumentando la oferta de mano de obra.

Está bien evitar el racismo, pero la mejor forma de hacerlo es con ingresos y derechos universales, sabemos que la democracia no es tal si las oportunidades de todo género no son parejas, pero para que sea democracia hay que bajarle al autoritarismo que hay en el feminismo extremista, porque hay que dejar en claro que se trata de evitar las injusticias y no de cambiar la relación de víctimas y victimarios,  y reflexionemos que la minoría más beneficiada en la globalidad existente es la de quienes poseen el capital especulativo.

Tengamos en cuenta que una cosa es hablar de ser incluyentes en el acceso a los derechos económicos y sociales y otra cosa es ser absorbidos y hacernos a todos explotables en los intereses del gran capital.

Existe lo que llamamos ingeniería social. El Estado, la familia, las comunidades, los valores en las que nos relacionamos son parte de ella. Del otro lado del pensamiento en este mundo hay un sector que va creciendo al que la prensa y amplios sectores sociales llaman la ultraderecha.

A mí me nace una pregunta ¿Cuál es más derecha? La que produce una enorme inequidad social en nombre de la libertad, o la que teme perder su mundo, se apega a una cultura, reprueba todo cambio y se aferra al pasado.

En mi particular concepción ambos bandos son derecha y espero que ahora si construyamos una izquierda no de centro, pero si centrada, que sea congruente, que tenga presente que Estado es territorio, la sociedad y su gobierno, que tan dogmático es querer que todo medio de producción sea privado, como insistir en que todo sea público.

Una socialdemocracia que tenga la solidaridad como identidad, con autonomía frente a los grandes capitales, que procure la pluralidad política y económica en términos equitativos, que reclame la libertad de expresión sinceramente, La socialdemocracia de Olof Palme, que en su momento pidió un espacio libre de armas atómicas que tranquilizaran la Europa del Este y Oeste, una socialdemocracia que por congruencia exija la libertad de Julian Assange.

René Cervera Galán

Compositor y autor del libro Entre el puño y la rosa (visión de La Socialdemocracia), así como de In memorian Olof Palme, La democracia es una fiesta y Antojos literarios. Ex representante del Partido Humanista en el IECM y conductor del programa La Orquesta Filosófica [email protected] En Tempo, publica artículos de análisis político en la sección “Entre espejos y ventanas”.