Los mexicanos merecemos respeto
Escrito por: Emmanuel López Santiago
@els2310
A pocos meses de iniciada su administración, podemos decir que el Presidente López Obrador ha cumplido varios de los compromisos que asumió en campaña con distintos sectores clave; entre éstos se encuentran la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, la derogación de la Reforma Educativa, la formación de la Guardia Nacional, establecer la cultura de la consulta ciudadana, poner en venta el avión presidencial, comunicación permanente a través de las conferencias mañaneras, entre otros. Aunque podríamos diferir con sus formas, la realidad es que estos compromisos se han atendido. Sin embargo, hay un sector que lo apoyó en gran medida en la pasada elección y que sigue en espera de ver a un Presidente más activo, nos referimos a los migrantes y, principalmente a los mexicanos que radican en Estados Unidos, con quienes se comprometió a hacer frente al Presidente Donald Trump.
El Gobierno de López Obrador ha reconocido la gran relevancia que tienen los migrantes mexicanos en Estados Unidos ya que en este país nos encontramos aproximadamente el 97.2% del total de mexicanos en el exterior. Es cierto que el Presidente López Obrador ha presentado su plan de acción para ayudar a los migrantes, no obstante, se advierte la ausencia de acciones concretas para promover y atender la migración de retorno, así como respuestas contundentes ante las declaraciones xenofóbicas de Donald Trump.
De acuerdo con cifras del Gobierno Federal existen 11.3 millones de mexicanos migrantes en Estados Unidos, quienes tienen presencia principalmente en tres estados de la Unión Americana: Texas, Arizona, y California. Del total de 11.3 millones de mexicanos en Estados Unidos: 8% cuenta con Visa; 27% tiene estatus de Residentes Permanentes; 17% ha adquirido la doble nacionalidad; y 48% carece de documentos. Siendo éstos últimos los más vulnerables, en la mayoría de las ocasiones ellos son las víctimas de los ataques de Donald Trump.
En Gobierno de López Obrador ha entendido parte del problema que sufren los mexicanos en Estados Unidos, tales como la falta de representación legal, consulados móviles insuficientes y poca colaboración con las organizaciones locales, pero todavía falta más trabajo por hacer ante las constantes e inaceptables declaraciones de Donald Trump hacia la comunidad mexicana que radica en Estados Unidos. No debemos olvidar que esa fue la narrativa del centro de su campaña en 2016 y, no conforme, en su primer discurso aseveró que México envía solamente a traficantes de drogas, criminales, violadores.
La postura que ha tomado el Presidente López Obrador no ha sido la esperada por los mexicanos en Estados Unidos quienes, dicho sea de paso, le demostraron su contundente apoyo en la pasada elección de 2018. De acuerdo con cifras del INE, López Obrador obtuvo más del 64.86% del voto extranjero. Este resultado fue consecuencia de factores como el descontento con los gobiernos anteriores y un hartazgo social por la impunidad, elementos que incidieron marcadamente para que tuvieran que migrar; pero también fue la respuesta a la campaña que López Obrador realizó en el extranjero. Vale la pena recordar aquella vez que viajó a Nueva York con la intención de presentar una carta ante la ONU para hacer un llamado de atención a los comentarios racistas de Donald Trump. Asimismo, en varias oportunidades recalcó la tibieza con la que el entonces Presidente, Enrique Peña Nieto, se mostraba ante los ataques de Donald Trump, dejando claro que él no tomaría la misma postura y que le haría frente una vez fuera presidente.
Para infortunio de los mexicanos en Estados Unidos, parece ser que el reto ha sido mayor de lo esperado puesto que el Presidente López Obrador ha dejado claro que no responderá a las declaraciones de Donald Trump, bajo el argumento de “no confrontación”. Es de resaltar que el reto al que se enfrenta el Presidente López Obrador va más allá de simples palabras ya que Donald Trump ha llevado su discurso a la práctica, afectado severamente a la comunidad mexicana que radica en Estados Unidos. Tal es así que la política de deportación de Donald Trump se ha centrado no en la frontera sino en comunidades arraigadas provocando la separación de familias; no olvidar que mediante una acción ejecutiva ha buscado la cancelación del programa DACA, el cual permite a jóvenes culminar sus estudios y ejercer su profesión; su intención de incluir una pregunta de estatus migratorio en el censo de 2020, lo cual provocaría que las comunidades con migrantes sin documentos no respondan afectado los recursos que recibe su comunidad; también debemos mencionar su intención de construir un muro; y por supuesto, sus constantes amenazas de cerrar la frontera con México.
El Presidente López Obrador ha seguido con varias de las posturas mostradas en campaña, tal es el caso de la particular forma que ha usado para referirse a quienes critican su gobierno, no ha tenido reparo en calificarlos como sus adversarios, conservadores o fifís. Sin embargo, parece que su postura ha cambiado al tratarse de Donald Trump y sus agresiones. El Presidente López Obrador ha mencionado que para esta nueva postura cuenta con respaldo del pueblo, quien fue consultado en un mitin local. En esa misma lógica, valdría la pena consultar a quienes son los afectados directos por este problema. Debería preguntarles su opinión a las familias separadas a causa del incremento de las deportaciones, a los niños que en su inocencia ya viven con el temor de no saber qué pasará con sus padres, a los Dreamers que ven con frustración la posibilidad de que sus planes profesionales sean truncados de golpe, y en general, a la comunidad mexicana que se ha vuelto blanco de ataques y descalificaciones a partir de las acciones de Donald Trump.
Donald Trump está por iniciar su proceso de reelección y si el Presidente López Obrador piensa que irá bajando el tono de sus declaraciones y sus ataques a la comunidad mexicana en atención a su mesura, está muy equivocado. Las declaraciones xenófobas hacia los mexicanos le dieron resultado en su campaña anterior y no será extraño que las retome. Nadie regatea ni cuestiona que el Presidente López Obrador ha cumplido varias de sus promesas hechas en campaña sin importarle las formas; ahora sería deseable que pudiera retomar esa misma postura y dejar de un lado la cordialidad para hacer frente a Donald Trump y exigir el respeto que los mexicanos nos merecemos.
