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Por Yasmín Ayala Montaño

Los humanos somos un entramado y cúmulo de emociones oscilantes a diferencia de los animales que son energía pura que fluye a cada instante. Si bien algunos humanos tienen más estabilidad emocional que otros, nadie es perfecto. Seguramente, igual que yo, ustedes han escuchado esa frase de “Nadie nace sabiendo ser un buen padre, sino que va aprendiendo”. Considero que esta máxima puede aplicarse también al caso de nuestros animalitos de compañía, “Nadie nace sabiendo ser el dueño perfecto”, y aunque no me gusta usar el término de “DUEÑO” –porque en realidad nadie es dueño de nadie ni a nadie le pertenece nada en este mundo–, pues sólo somos dueños de nuestras ideas, emociones y como reaccionamos ante ellas, la idea de la no pertenencia aquí ya abarca un sentido más filosófico que no trataré en este artículo.

Con ese punto de partida, preferiría utilizar la palabra “TUTOR”. Estar a cargo del cuidado de una mascota –que llegan a convertirse en miembros de la familia– es una gran responsabilidad, porque a pesar de que nadie es perfecto como tutor en sus acciones hacia nuestros animales, para ellos, desde su perspectiva y corazón somos perfectos. Sin embargo, a veces tomamos malas decisiones, a veces la rutina, el hartazgo, el cansancio y otros factores de la vida cotidiana nos hacen ser duros con ellos a pesar del amor que les tenemos.

Seguramente en más de una ocasión has sentido esto, que te has equivocado cuando le has gritado sin razón, o lo has castigado, o simplemente no lo has atendido como deberías, lo has ignorado. Después a todo esto ha venido la culpa en ti, de haberte comportado de esa manera, y has querido reparar el daño, lo has mimado demasiado y tal vez, hasta malcriado para compensar esas faltas de las que te sentiste culpable. En algún momento de la vida le fallarás o quizá ya le has fallado a tu compañero y tal vez esto se ha vuelto un círculo vicioso del cual no has podido salir, y también tu perro o gato han desarrollado algún comportamiento o conducta indeseada o están llenos de estrés. La cosa aquí no es quedarte en la culpa, en sentirnos mal por esto que de cierta manera hemos provocado en nuestro compañero, y es bien cierto que también debemos ser compasivos con nosotros mismos y redirigir el camino y poner manos a la obra.

La buena noticia es que es posible cambiar las cosas, como humanos tenemos cierto carácter, mecanismos de defensa y acciones que pueden lastimar a otros. Si consideras que últimamente ha estado pasando esto contigo, y no le has tenido paciencia a tu amigo peludo –canino o felino– para enseñarle, para guiarlo, para ser un tutor para él o ella, y no porque no sean educados, sino porque eres alguien que lo guía y cuida porque lo amas, si sientes que esto ha faltado, puede ser que también estés molesto con él o ella porque no aceptas las etapas por las que atravesará en su vida, e incluso la idea de que algún día tendrá que partir de este plano, entre otras situaciones, considero que es más que pertinente probar el uso de Terapias Holísticas en ti.

La pregunta del millón es ¿qué beneficios potenciales tienen las Terapias Holísticas?, sin rodeos, hay que decirlo con todas sus letras, trabajar con la Terapia floral puede ser una gran herramienta de apoyo emocional para mejorar tu vínculo de amor y respeto con el animal de compañía que se encuentre a tu cargo, y por ende también será de gran ayuda para tu mascota. Con este tipo de terapias, estaremos más cerca de lograr un equilibrio entre la energía y el bienestar físico, elemental para una adecuada interacción entre tutor y amigo peludo.

Yasmín Ayala Montaño

Es Licenciada en Diseño y Comunicación visual, titulada por la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Ha ejercido en este campo en diferentes proyectos por más de una década. Adicionalmente a su formación profesional en la máxima casa de estudios del país, es Terapeuta Holística, incursionando en temas de salud integral para los seres vivos, no solo en humanos sino desarrollando un gran amor y empatía hacia la vida animal, aplicando parte de estas terapias holísticas a los animales de compañía que forman parte de las familias. Parte de su trabajo lo dedica a aplicar terapéuticas como: Terapia Floral; Reiki; Técnicas de Sanación Energética; Radiestecia y Péndulo; Masaje canino; y Comunicación interespecie. Ha tomado y acreditado diversos diplomados y cursos por la Universidad Holística A.C., Hospital Siglo XIX, Centro Floralba México. Es fundadora del proyecto y marca Holistic PETS, el cual busca ayudar a familias y sus animalitos de compañía para mejorar la relación y convivencia, así como contribuir a una vida plena y en armonía.