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Por Sergio Román Alva Lozano

PRELUDIO.

La Orquesta está en el escenario preparando sus partituras, haciendo sus calentamientos y poniendo sus instrumentos a punto. Luego hace su aparición el extraordinario violinista Mikhail  Medvid, Concertino titular de nuestra apreciada Orquesta, siendo recibido con un fuerte aplauso de agradecimiento y en reconocimiento a su muy importante labor y desempeño artístico. Una vez realizada la afinación de rigor aparece el Director General del CAEV, Comisión del Agua del Estado de Veracruz, para entregar un Diploma de Reconocimiento a la OSX por dedicar el concierto al día Interamericano del Agua.

Por tal motivo en programa en esta ocasión se incluyeron las obras del Poema Sinfónico “Tierra de Temporal” de Pablo Moncayo, Concierto para Clarinete de René Jean Désiré Françaix y la Suite “Caballos de Vapor” de Carlos Chávez. En este concierto bajo la conducción de la Maestra Gabriela Díaz Alatriste, Directora Titular de la Orquesta Filarmónica Mexiquense, lo cual marca por sí mismo un acontecimiento memorable!

Maestra Gabriela Díaz Alatriste.

PRIMERA PARTE.

  1. José Pablo Moncayo. “Tierra de Temporal”.

 

José Pablo Moncayo.                                                       Acrílico del Dr. Atl.

Esta obra, la mejor apreciada después de su famoso Huapango, gustó e impactó mucho al su Maestro y posterior Director de Orquesta Calos Chávez. Inicia de una manera muy particular que de inmediato crea en nuestra mente el escenario que nos compartirá en esta breve obra. Empieza la orquesta pero de inmediato entra el Oboe planteando con suavemente un tema hermoso y apacible, para entonces en crescendo la intensidad de sonido llega a un tema principal completamente paisajista que nos muestra cual si fuera una pintura al óleo de colorido realista de algún maestro pintor como su paisano tapatío el Dr Atl  o de un gran muralista como Orozco del movimiento mexicanista del siglo pasado. Aparece también una pincelada con un muy breve tema al que le da realce la sonoridad singular del arpa. Permanece una narrativa por medio de los melódicos temas que desarrolla Moncayo delineando en nuestra imaginación con las notas sinfónicas que en un etéreo lienzo justo arriba de la orquesta nos dibuja la tierra mexicana con un campo que espera los ciclos temporales para corresponder a las trabajadoras e incansables manos del campesino mexicano que diariamente de manera religiosa derrama su gran amor a nuestra Madre Tierra. Así transcurre ésta bella composición que dulcemente nos conduce hacia una coda final que cierra con broche de oro!

  1. René Jean Désiré Françaix. Concierto para Clarinete de René Jean Désiré Françaix.

 

Solista: Osvaldo Flores. Clarinete.

René Jean Désiré Françaix

  1. Allegro.

Introducción directa  en unos cuantos compases por las flautas con un Tema principal del movimiento de carácter festivo y muy alegre, que inmediatamente repite el clarinete dialogando con el fagot en segundo término haciendo resaltar la participación del primero. Continúa al Tempo en un bello coloquio del solista con la orquesta o con otros instrumentos y hasta consigo mismo en el que resalta la complejidad para su interpretación. Pasa a un segundo tema naturalmente orgánico, pero de tiempo cadencioso, que no perdura mucho pues regresa al Allegro juguetón y desbordante de energía que gusta mucho a la Conductora, orquesta y por supuesto al público enfocándose profundamente en la difícil primera parte de la obra. Acto seguido llega una verdaderamente participación extraordinaria del solista.  Françaix sugiere el solo, y el Maestro Flores nos muestra su gran capacidad técnica y su gran sensibilidad artística. Observamos una asombrosa digitación, vemos cómo vuelan sus dedos surgiendo un copioso torrente de bellas notas en un pasaje que todos, músicos, Directora y público disfrutamos con admiración. Entra entonces la orquesta muy atinadamente pues no rompe abruptamente el hermoso solo sino que por el contrario engalana y da bello marco al clarinete hasta terminar éste primer movimiento.

2.Scherzando.

Ahora nos regala el compositor este movimiento de carácter gracioso, juvenil y travieso. Primeramente un tema retozante que nos recuerda a la Julieta de Prokofiev traviesa y desbordante de energía, y que igualmente nos provoca el deseo de bailar, jugar o brincotear. Aparecen cuerdas en pichicatos, vientos principalmente maderas e incluso majestuoso cornos que establecen un atinado contraste. Precioso movimiento cadencioso con ambiente de feria y que en medio de una excitante algarabía termina abruptamente.

  1. Andantino.

Las primeras notas ahora nos llevan por un sendero un tanto melancólic o y romántico, pero sin dejar de ser algo triste. Hace mancuerna con el oboe y luego también con la flauta para entonces también hacerlo con las cuerdas, bello muy bello, es este movimiento con cadenza apacible sigue el clarinete con su narrativa musical, ilustrada por el suave murmullo de las cuerdas y centelleantes notas de maderas.

4.Allegrisimo.

Allegrisimo si, y mucho. Es un río rápido y caudaloso, imparable y a la vez fabuloso con sus torrentes de escalas de notas previo a notable exhibición de nueva cuenta de un solo por demás virtuoso que aunque más corto que el anterior, igualmente asombroso y bello. Se acerca el final, pero antes, pues otro solo que es relevado por el alegre y penetrante flautín, dando pie a la señal de la interiorizada conductora para que intervenga toda la orquesta y llegar en la cúspide al final!

Bravo! Aplaudimos todos público, músicos y la sonriente Directora! Ha sido un excelente concierto que todos hemos disfrutado grandemente.

                                                                      INTERMEDIO.

III. Carlos Chávez. Caballos de Vapor.

1.Danza del Hombre.

Inicio totalmente en su estilo, influenciado por los movimientos artísticos de su época, particularmente de la pintura y, obviamente, la música, así como los aconteceres sociales internacionales y sobre todo, nacionalistas. Congruente con su reconocida propuesta musical como compositor, maestro (de maestros) y Director con reconocimiento mundial, en “Danza del Hombre” de inmediato empieza con toda fuerza y vigor. La mexicanidad aparece desde los primeros compases dado que el tema e instrumentos nos recuerdan un tanto a los sones de Jalisco, Michoacán y en este caso también sureños, cuestión que logra con las trompetas y metales, que aunque incluye disonancias, todo es genial porque hasta con las percusiones también le da un toque indígena prehispánico. El tema ya en su apogeo nos retrata los esfuerzos de los maquinistas y carbonero en alimentar la bestia de vapor que surca la diversidad de nuestra tierra mexicana. Así entonces pareciera que hacemos un viaje en su exclusivo camino que raja llanos trabajados por duros campesinos,  y de igual forma taja sinuosas  y empinadas montañas. Vamos cambiando de climas, desde los trazos arbolados de arroyos y riachuelos, o parajes áridos decorados con nopaleras y magueyes que a pesar de la adversidad, regala el pulque, las tunas y el xoconochtle. Entra la tonada ampliamente conocida que indica el paso por el Istmo. La melodía es preciosa cual indumentaria tehuana, pero escuchada con el estilo de Chávez en connotación sinfónica, adquiere otro sentido de mayor sonoridad que también se disfruta sobremanera.

2.Barco hacia El Trópico.

Pasamos a otra máquina, igual de vapor. Se trata de un barco que igualmente es operado por el vapor que mueven los motores que hacen girar las propelas. En el imaginario ahora sentimos el agradable calor de una tranquila tarde avizorando hermosas playas decoradas con palmeras en donde quisiéramos vernos bailando cadenciosamente sobre una tarima esa canción a manera de danzón con el que nacen movimientos sincronizados al vaivén de la romántica melodía tropical, y a la alegría que provocan las pisadas ágiles y el soplar de los abanicos. Clave y percusiones nos marcan el suave ritmo nuevamente al son de variaciones de la sandunga que veladamente se repiten como un cálido eco.

3.El Trópico.

Ya en el Trópico! Llegamos no viajamos en automotor sino en Caballos de Vapor! Largo camino, y sigue latente en la mente el ruido  de las máquinas de vapor, pero oh que bello estamos gozando de la exhuberancia del trópico sureño que se manifiesta en su colorido y variado folklore. Riqueza cultural desde tiempos prehispánicos que ahora se manifiestan en melodiosas lenguas originarias. La calurosa mañana nos trae en el aire sal y agua y nos agobia, pero pronto se torna en agradable tibieza y nos invita al descanzo en un “butaquito” o en hamaca y a disfrutar del lindo Tehuantepec sus tehuanas y claro la Zandunga que nos trae la marimba de la sinfónica y con ella, acentuándo más el carácter nacional de ésta gustada obra. Identificamos a manera de banda kioskeña hasta con tambora, el típico ritmo de un jarabe lugareño, que nos transporta hasta la mismísima Guelaguetza, culminando este viaje fantástico que nos ha llenado de júbilo y satisfacción.

Gracias Mil! Mi Fabulosa OSX, Gracias por su entrega en este muy difícil concierto en su interpretación. Nuestro total reconocimiento!

No faltemos al próximo concierto, será fabuloso! Totalmente mexicano, con el excelentísimo Mariachi de la UV.

Sergio Román Alva Lozano

Ha realizado sus estudios en la Facultad de Ciencias de la UNAM, en la carrera de Física, Maestría en Seguridad Radiológica en la Facultad de Ciencias Químicas de la UNAM Y Doctorado (Sin concluir) en el Instituto de Física de la UNAM. Asimismo cursos y Diplomados en Seguridad Nuclear en Georgia Tech, Protección Civil en el CIESAS del Golfo, Emergencias Radiológicas en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge y el de Arggone, Illinois, y del Organismo Internacional de Energía Atómica. Ha trabajado en la UNAM, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, Universidad Veracruzana y la Planta Nucleoeléctrica de Laguna Verde. Estudió 2 años en la Sala Chopin de la cdmx y Apreciación Musical en la UV.