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Por Salvador López Santiago

@sls1103

“Y lo que los demás me digan o piensen me da igual. Lo único que cuenta es mi pasión y mi convencimiento en lo que hago”. —Diego Pablo Simeone (exfutbolista y entrenador).

Hoy es cumpleaños de mi municipio y no podía dejar pasar la oportunidad de escribir al respecto. En primerísimo lugar, debo precisar que el pasado 17 de febrero se cumplieron 123 años del día en que el municipio fue erigido con el nombre de La Paz —el cual conserva hasta la actualidad— y este 4 de octubre se cumplen 147 años del decreto presidencial emitido por Sebastián Lerdo de Tejada en 1875, donde se estableció la erección de la demarcación que en un primer momento se llamó municipio de La Magdalena.

En mi interpretación, técnicamente el aniversario del municipio fue el 17 de febrero, pero atendiendo al origen de La Paz, por supuesto que me sumo a los festejos y lo hago con mayor entusiasmo al ser un orgulloso habitante de la Magdalena Atlicpac, lugar en el que he vivido desde que nací y en el cual me siento en casa. En 2021 escribí sobre este mismo tema y lo hice desde la emotividad y desde el anhelo de un mejor futuro; hoy agregaría un tercer elemento que es la convicción de que sí hay otra forma de transformar realidades.

Desde la emotividad, lo he dicho en distintos momentos, objetivamente aparentemente no hay atributos que hagan resaltar al municipio. Parece un lugar como muchos otros en el Estado de México y en el territorio nacional, pero en mi visión y en la hoja de vida de tantas personas que como yo se han desarrollado aquí, La Paz tiene un toque especial y casi mágico, porque en medio de lo cotidiano —rayando en lo común—, muchos de nosotros hemos abandonado el confort para estudiar en las mejores escuelas, trabajar en espacios de alta demanda y competir con cualquiera en cualquier área, la mayoría de las veces, después de un trayecto de un par de horas. No son pocos los que se van a la primera oportunidad, pero somos más quienes pensamos que es bueno vivir en donde hemos construido varios de nuestros mejores recuerdos.

Desde el anhelo, ese cariño, arraigo e identidad con el municipio de La Paz no me nubla y soy consciente de las problemáticas que enfrentamos. Hemos tenido alternancias en el gobierno municipal, hemos tenido diputados de diferentes fuerzas políticas y aunque algunos de estos representantes populares se han desempeñado con cierto decoro, seguimos lejos de tener a representantes que estén a la altura de lo que merecemos los habitantes del municipio. En la arena pública es urgente que realmente se honre la voluntad popular y para que eso ocurra, es ineludible un cambio en la ecuación de los objetivos que tienen un alcalde, un síndico, un regidor o un legislador… va siendo tiempo de que lleguen con la premisa de ser quien mejor le sirva a la ciudadanía y no en obsesionarse con ser el mejor en lo numérico —en el mejor de los casos—.

Desde la convicción, ahora más que nunca estoy convencido de que es necesario involucrarnos en los asuntos públicos —a partir de nuestras capacidades, experiencia y afinidades—. A riesgo de caer en un espacio común, las grandes transformaciones comienzan con esfuerzos individuales y por eso, el 147 aniversario de La Paz me parece una fecha propicia para reafirmar mi compromiso de ser un digno embajador de la Magdalena Atlicpac y del municipio en todas partes, en todos los espacios y en todas mis actividades. El próximo año viviremos un proceso electoral histórico en el Estado de México y mi trayectoria profesional, formación académica y convicciones me obligan a contribuir en mis posibilidades para que a través de las urnas demos inicio a una nueva etapa de la entidad. No me cierro a la posibilidad de radicar en otro lugar en un futuro, pero antes de pensar en ello, quisiera regresarle un poco al municipio que es mi hogar. Es un orgullo ser mexiquense y de los Reyes La Paz.

Salvador López Santiago

Es Licenciado en Derecho por la UNAM, Maestro en Ciencia Política por la UPAEP, Maestro en Derecho Electoral por la EJE del TEPJF y cuenta con estudios de posgrado en Derecho Parlamentario en la UAEMéx. Fue Consejero Electoral Distrital en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los Procesos Electorales Federales 2011-2012 y 2014-2015, respectivamente. Asimismo, se ha desempeñado como asesor legislativo en el Senado de la República de noviembre de 2012 a la fecha, en la LXII, LXIII, la LXIV y la LXV Legislatura. Desde enero de 2020 es director editorial en Tempo, Política Constante.