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Por René Cervera Galán

Decía el Ingeniero Heberto Castillo Martínez, que la democracia no solo es votar quien nos gobierna, también significa tener condiciones para elegir en nuestra vida diaria.

Lamento que la izquierda que ahora gobierna haya estado tan pegada al autoritarismo que identificó al PRI y no hayan llegado a lugares más protagónicos quienes hicieron oposición y actuaron con mayor congruencia.

Es deprimente el argumento de que nuestra democracia depende de una institución y no de la convivencia civilizada de los ciudadanos.

Si leemos con atención el discurso de José Woldenberg, vamos a encontrar un claro optimismo sobre lo mucho que hemos progresado gracias al Instituto Nacional Electoral, gracias a esta institución se ha logrado cambiar de partido en el gobierno y hemos alcanzado el pluralismo electoral.

Si revisamos la historia nos vamos a encontrar que, en la última elección federal de 2021, de 10 partidos participantes 9 estaban fundados por activistas que originalmente vinieron del PRI y el Partido que no tiene ahí sus raíces, es actualmente su aliado electoral, y con las políticas neoliberales su aliado parlamentario.

En realidad, México no ha cambiado sustancialmente gane el partido que gane, el debate es superficial y los actores políticos lo son en consecuencia.

El tronco común de nuestra vida política sigue siendo el pensamiento autoritario.

Qué bueno hubiera sido que la marcha de este domingo 13 de noviembre, hubiera tenido como mensaje, ya no hace tanta falta el INE, porque nadie se va a robar las urnas, ni a falsificar boletas, ni a votar varias veces. No habrá acarreos ni clientelismo electoral, no habrá corporativismo, y en un marco equitativo prevalecerá una campaña con debate intelectual, principios, diagnósticos y soluciones.

Me gustaría que en su momento hubiera salido mucha gente a decir el federalismo no se toca, cuando el IFE cambio de siglas, o a reclamar que las acciones afirmativas, agreden la autonomía de los partidos políticos y lo que es peor se imponen a la voluntad del sufragio.

Debatir abiertamente sobre las políticas que acojan a quienes tienen desventajas sociales que normalmente tienen su origen en la economía, pero sin considerar los cargos públicos como un pastel sino como una responsabilidad.

Algo está presente en el clima político que no surgen liderazgos nuevos, los discursos son incongruentes y repetitivos, la pobreza no cede, la desigualdad se acrecienta, los partidos políticos no son opciones y la opinión pública se polariza.

Democracia y egoísmo no son compatibles, la solidaridad es más a fin a la democracia, porque no se es libre sin un piso firme de salud, educación, certidumbre económica y seguridad jurídica.

Los medios de comunicación se han alquilado en su mayoría, unos para denostar al gobierno y otros para justificarlo pese a sus tangibles errores.

Que importante es hacer una convocatoria para buscar acuerdos, sin hacer muestras inútiles de musculo callejero.

La democracia es la parte contraria al autoritarismo en todas sus expresiones, lo mismo se opone a la dictadura de clase, aunque sea proletaria, que al caudillismo autocrático, pero hay que hacer hincapié que también a la dictadura del capital.

La democracia es la bandera que han tomado sectores muy superficiales, entendiendo que el dinero es el sentido de toda esperanza. La conciben como la libertad de esclavizar a otros y ellos y ellas se van esclavizando en su avaricia.

Precisamente porque el clima esta polarizado es el momento de hacer un llamado a la cordura, convocar a una reflexión profunda, evitando ese constante dar atole con el dedo al que el gobierno recurre y a la oposición clasista, racista y manipuladora que se nutre de gente que critica lo que ve en la ventana, para no verse en el espejo.

Es la coyuntura para analizar otras experiencias electorales, de entender que la función de los partidos políticos es proponer una visión de lo que comprenden como salud política, realizar un diagnóstico observando los síntomas que manifiestan en donde está el daño y exponer públicamente lo que consideran las soluciones.

Presionando para que sociedad y sus gobernantes realicen una reforma del Estado en donde hagamos valer políticas públicas con el mayor consenso, en donde el Estado de derecho tenga como eje el Derecho al Estado para impulsar equidad social, derecho a ejercer nuestra identidad de manera incluyente, igualdad jurídica en los hechos, educación de calidad, salud integral, un ambiente sin violencia, certidumbre económica y comprendamos que la democracia no es asunto de una intocable institución, ni de fe política. La democracia es una construcción de todos los días, que tiene sus cimientos en la convivencia solidaria.

René Cervera Galán

Compositor y autor del libro Entre el puño y la rosa (visión de La Socialdemocracia), así como de In memorian Olof Palme, La democracia es una fiesta y Antojos literarios. Ex representante del Partido Humanista en el IECM y conductor del programa La Orquesta Filosófica [email protected] En Tempo, publica artículos de análisis político en la sección “Entre espejos y ventanas”.