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Por Salvador López Santiago

@sls1103

El 5 de abril de 2024 conmemoramos el 27 aniversario luctuoso del Ingeniero Heberto Castillo Martínez, referente histórico e indiscutible de la izquierda mexicana y uno de los máximos exponentes del proceso democratizador de nuestro país. Como mexiquense y como hebertista, fue un honor acudir al homenaje que le realizaron el pasado viernes en Texcoco, Estado de México a convocatoria de la Senadora Gloria Sánchez Hernández, el Senador Higinio Martínez Miranda y la arquitecta Laura Itzel Castillo Juárez.

En este acto solemne, también fue muy grato convivir con personas que igual que yo, coinciden con el pensamiento e ideario del eterno veracruzano que nos enseñó que el camino de la transformación era el de la paz, las urnas y las instituciones, el tiempo le dio la razón y estamos llamados a continuar en ese sendero. De los mensajes que se pronunciaron en mi querido Estado de México destaca la genialidad, el humanismo, la empatía, la altura de miras, la congruencia y la alegría que caracterizaron al Ingeniero hasta su último día, aquella trágica mañana cuando su corazón dejó de latir.

Evidentemente no tuve la oportunidad de conocerlo en persona porque yo tenía 11 años cuando él murió, pero a finales de 2018 conocí a la Maestra Gloria Sánchez y así como el Ingeniero le mostró la necesidad de cambiar el estado de cosas en México, con su ejemplo de lucha y congruencia, la Senadora veracruzana me ha enseñado que sí hay otra forma de concebir a la política y que vale la pena seguir construyendo una patria cada vez más libre, más justa, más democrática y solidaria. En mi opinión, es preciso reivindicar la figura del notable veracruzano para que sea valorado en su justa dimensión.

En el marco del 27 aniversario luctuoso del veracruzano universal, es importante reflexionar sobre sus postulados y si lo consideramos pertinente, sumarnos a esta ideología, cuya esencia es la defensa de la soberanía, la protección de los derechos y la crítica valiente e informada. El Maestro de tantas generaciones, representó e impulsó un cambio social desde el conocimiento, la razón, el diálogo, los acuerdos, e incluso, desde la construcción de amistades. En el ámbito académico dio clases en instituciones como la UNAM y el IPN. También escribió libros como: Si te agarran, te van a matar; Libertad Bajo Protesta; y Heberto y el petróleo.

Incursionó a la política en 1961 en el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), al lado del Gral. Lázaro Cárdenas del Río. En 1968 participó activamente en el Movimiento Estudiantil y fue Diputado Federal, Senador, candidato a gobernador de Veracruz, candidato a la presidencia de la República e integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA). Concilió a las izquierdas radicales que se negaban al diálogo y a las izquierdas oportunistas que se vendían al mejor postor para legitimar los abusos impulsados desde el poder del partido único. En este proceso fundó el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido Mexicano Socialista (PMS) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

El Ingeniero Heberto Castillo Martínez es quizá uno de los pocos personajes políticos contemporáneos en ser admirado por propios y extraños. Lo anterior, no es casualidad ni mucho menos una concesión graciosa, por el contrario, es fiel reflejo del reconocimiento a un luchador social que hace más de cincuenta años, al lado de otros referentes de izquierda, marcó el rumbo que ha derivado en el fortalecimiento de la democracia y la más grande transformación del sistema político mexicano.

El 5 de abril de cada año es un espacio idóneo para recordar al Ingeniero Heberto Castillo y representa la oportunidad de refrendar nuestra afinidad con su corriente ideológica, con nuestras expresiones, pero más importante aún, mediante las acciones que materialicen nuestros dichos en nuestra cotidianidad. Igual que en 1968, igual que en 1988, igual que en 1997, hoy y siempre serán necesarias las voces que promuevan, defiendan y, por supuesto, apliquen el pensamiento del Maestro de tantas generaciones. Es vital recordar al Ingeniero Heberto Castillo, porque después de todo, ¿qué sería del mundo sin los soñadores?, ¿qué sería del mundo sin las personas que se atreven a romper paradigmas por el bien de los demás y no del propio?

Salvador López Santiago

Es Licenciado en Derecho por la UNAM, Maestro en Ciencia Política por la UPAEP, Maestro en Derecho Electoral por la EJE del TEPJF y cuenta con estudios de posgrado en Derecho Parlamentario en la UAEMéx. Fue Consejero Electoral Distrital en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los Procesos Electorales Federales 2011-2012 y 2014-2015, respectivamente. Asimismo, se ha desempeñado como asesor legislativo en el Senado de la República de noviembre de 2012 a la fecha, en la LXII, LXIII, la LXIV y la LXV Legislatura. Desde enero de 2020 es director editorial en Tempo, Política Constante.